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PENSATIVO. Rafa Nadal, con gesto serio durante un descanso en la final de Madrás. / AP
Rafa Nadal recibe una paliza del ruso Youzhny en la primera final del año
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Rafa Nadal recibe una paliza del ruso Youzhny en la primera final del año

El jugador balear acusó el cansancio del intenso partido que jugó con Carlos Moyà en semifinales y sólo pudo aguantarle a su rival 54 minutos en la pista

J. Mª. G.

Lunes, 7 de enero 2008, 03:20

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El ruso Mikhail Youzhny (19 del mundo), nacido en Moscú el 25 de junio de 1982, será un rival difícilmente de olvidar por parte de Rafael Nadal. El moscovita de corte de pelo al cepillo, con un poderoso revés como arma fundamental, se permitió el lujo de encajarle un clamoroso 6-1 y 6-0 en la final del torneo de Chennai, en Madrás.

La contienda, si es que lo ofrecido por el español puede llamarse así, duró apenas 54 minutos. El manacorense perdió nada menos que cinco veces el servicio. Su oponente, por el contrario, desarrolló un tenis de alta precisión, apoyado principalmente en el temple y serenidad de todos y cada uno de sus golpes, con preferencia a su revés a una sola mano, cargado de fuerza y colocación.

Nadal, que el día anterior había permanecido cerca de cuatro horas en la pista para derrotar a Carlos Moyá, después de tres sets resueltos con desempates, fue una especie de máquina de producir errores no forzados. Falló con el revés, su derecha no carburó y el servicio le volvió la espalda. En tan sólo veinticuatro minutos, Youzhny zanjó el primer período después de 24 minutos. Tras adelantarse el ruso con 4-1 en la segunda manga, el balear requirió la presencia del fisioterapeuta. Nadal acusaba molestias en el glúteo derecho.

Fue asistido en la propia cancha y volvió al juego, pero a partir de entonces sin querer forzar el ritmo como oposición de Mikhail. El de Manacor no quería, por encima de todo, acelerar su problema cuando a la vuelta de la esquina, comenzará el próximo lunes, empezará el Open de Australia 2008, primer Grand Slam de la nueva temporada, en el que Nadal volverá a encontrarse con Roger Federer.. De todos modos, Rafael Nadal negó estar lesionado y dijo que solicitó la presencia del fisioterapeuta porque necesitaba ayuda para mitigar el cansancio acumulado. Señaló también que su rival mereció el triunfo,«porque jugó mucho mejor que yo».

Youzhny, por su parte, declaró que «nunca imaginé que el partido fuera tan fácil, pero el caso es que este Nadal que jugó contra mí no es el que ha llegado al número dos del mundo. Mientras, obtuvo como premio a su título 68.800 euros, Nadal tuvo que conformarse con 37.300. El ruso anotó 175 puntos para la carrera de campeones y el español logró 120.

Un poco cansado

Nadal, por el contrario, no quiso quitar méritos a su verdugo ni buscar excusas a su derrota: «Tal vez estaba un poco cansado después del largo partido de semifinales, pero si he perdido es porque Mikhail ha jugado muy bien».

El jugador balear precisó que no estaba lesionado, pese a que requirió los servicios de un fisioterapeuta en el segundo set. «No tengo ninguna lesión, lo único que quería es ayuda para mitigar el creciente cansancio», repitió tras el partido, ante la posibilidad de que no pudiera afrontar el Open de Australia en plenas condiciones físicas.

Para terminar, Nadal hizo un ejercicio de optimismo: «El año pasado perdí en semifinales, este año he jugado la final, el año que viene ganaré el título. Jugar una final es una buena forma de empezar la temporada»

El ruso Mikhail Youzhny reconoció que el jugador español, disminuido físicamente tras el combate de cuatro horas con Carlos Moyá, «no era Rafa. Rafa no era Rafa. No he jugado contra Rafa», declaró Youzhny, que sólo necesitó 57 minutos de juego para derrotar al jugador balear.

Youzhny hizo un alarde de humildad tras su victoria: «No he vencido yo, ha sido Rafa el que ha perdido. Nunca imaginé que fuera tan fácil pero he tenido la buena suerte de que no podía moverse, quizás por el intenso partido que tuvo que jugar en las semifinales».

El jugador ruso, pese a todo, llegó a temer una reacción de Nadal en el segundo set. «Esperaba una fuerte reacción, pero cuando hice otro break en el cuarto juego, sólo era cuestión de no cometer errores», comentó, aunque al final no le hizo falta emplearse a fondo ante la impotencia de Nadal para contrarrestar su juego.

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