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ACOMPAÑADA. Susana Rivera con Luis García Montero, gran amigo del escritor. / FOTOPRENSA
Susana Rivera y el «amor siempre»
Cultura

Susana Rivera y el «amor siempre»

La viuda del poeta, que forma parte del Departamento de Español de la Universidad de Nuevo México, es también una experta en su obra que ha seleccionado y editado algunos de sus libros

ÁLVARO CUENCA

Lunes, 14 de enero 2008, 09:03

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El amor siempre de Susi». Lo decía la corona que ayer más cerca iba del féretro de Ángel González, la que había enviado su mujer, su viuda ya. Susana Rivera fue la persona que compartió con el poeta los últimos instantes de su vida. Esos y otros catorce años más anteriores, los mismos que hace que se casaron.

Pero Susana fue algo más que la esposa del artista, también fue una de sus más fieles admiradoras y hasta una experta en su obra. La mexicana, de hecho, es profesora del departamento de Español de la Universidad de Nuevo México, la misma en la que dio clases Ángel González hasta su jubilación. Juntos vivieron en Alburquerque y allí pasa ella aún largas temporadas impartiendo sus clases.

Susana había vuelto a Madrid para pasar la Navidad junto a su marido y ya no volvió a irse. Ayer pudo despedirse de él, antes de que su cuerpo fuera incinerado. Lo hizo acompañada de dos de sus grandes amigos, de dos de los íntimos de Ángel González: de Josefina Martínez y de Luis García Montero.

A partir de ahora recaerá en ella la responsabilidad del legado de Ángel González, una labor que quienes la conocen no dudan en que sabrá hacer, porque ella conocía al hombre, pero también al poeta.

Entre otras obras, Rivera prologó y seleccionó la antología que del ovetense editó la Universidad Nacional Autónoma de México en 1988. También se encargó de introducir y seleccionar, diez años después el libro '50 años de periodismo a rato y otras prosas'.

Ángel González y Susana Rivera se conocieron en 1979 y en Cuba. El autor había sido invitado para formar parte del jurado del Premio Casa de las Américas de Poesía, que aquel año ganó la uruguaya María Gravina con 'Lázaro vuela rojo'. Susana ya era entonces una fiel lectora de poesía y se preparaba para convertirse en la experta que ha terminado siendo.

La pareja no se casó hasta catorce años después, en 1993. Celebraron otros catorce aniversarios. «

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