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8 DE AGOSTO DE 1968. Información de EL COMERCIO donde se recogen los primeros nacimientos registrados en Cabueñes. Fueron una niña y dos niños. / E. C.
De escuela de enfermería a una maternidad de apenas 206 camas
GIJÓN

De escuela de enfermería a una maternidad de apenas 206 camas

Lo que hoy se conoce como Cabueñes fue un centro materno infantil inaugurado el 7 de agosto de 1968

L. F.

Domingo, 17 de febrero 2008, 11:36

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Iba para escuela de enfermeros y enfermeras, pero se convirtió en una maternidad. El Hospital de Cabueñes que ahora conocemos, y que este verano cumplirá 40 años, fue pensado inicialmente como centro educativo de enfermería para los alumnos de la Universidad Laboral. El embrión hospitalario fue el edificio donde ahora están las consultas externas. Este fue el primer pabellón de Cabueñes y fue inaugurado en la noche del 6 al 7 de agosto de 1968 como maternidad y pediatría.

Su dotación era de apenas 206 camas, una cifra que dista de las 494 actuales. Las autoridades de entonces quisieron ampliar la cobertura para la atención de partos en la ciudad, que entonces se concentraban mayoritariamente en Jove y Cruz Roja. El proyecto de escuela de enfermería quedaría relegado varios años.

Sabugo, nombre olvidado

Aunque llevaba el nombre a título póstumo de José Gómez Sabugo, un conocido médico gijonés, Cabueñes fue bautizado popularmente como 'la residencia'. Así se le conoció durante décadas. De hecho, esa denominación aún persiste en la memoria de más de uno de los usuarios que acuden al hospital.

Los primeros alumbramientos llegaron apenas 24 horas después de la apertura del edificio, que no contó con acto inaugural. Así lo reflejan las crónicas publicadas en agosto de 1968 por EL COMERCIO. La primera en nacer en Cabueñes fue María Antonia, una pequeña que pesó 3,5 kilos y que fue alumbrada en la madrugada del día 8 (a las 0.25 horas). Su madre, María Luisa Piñera Lorenzo, pensaba ponerle el nombre de la residencia, pero no pudo ser ya que José no pegaba mucho con una niña. Tras María Antonia llegaron, ya en horario matinal, a las nueve y diez horas, Ricardo y José Ángel. Todos ellos, cuentan las crónicas de entonces, recibieron una canastilla y una medalla y cadena de oro.

Pero Cabueñes, como puede deducirse echando un vistazo al actual conjunto hospitalario, no quedó ahí. Cuatro años más tarde comenzaría la obra de lo que hoy se conoce como hospitalización, un edificio de ocho plantas de altura y dos sótanos, además de una zona que une ambas construcciones. Este pabellón fue dotado de 434 camas de ingresos. Empezó a ocuparse con pacientes en octubre de 1976 debido a un pequeño incendio declarado en el edificio de la entonces residencia.

El bloque afectado por el incendio comenzó a ser reconstruido nuevamente como centro materno-infantil, pero las obras se interrumpieron por la quiebra de la empresa adjudicataria. Así estuvo durante años, hasta que en 1987 fue recuperado y transformado. Luego llegaría el edificio de la actual escuela de enfermería y la gran reforma y ampliación de 1993, que dotó al hospital de hasta 494 camas.

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