El presidente de Lonja Avilés plantea «negociar sin condiciones» con Docampo

El nuevo presidente de Lonja Avilés, Javier Rentería Larrañaga, espera que el presidente de la Autoridad Portuaria de Avilés, Manuel Docampo, convoque cuanto antes la reunión que la agrupación que preside ha pedido con vistas a negociar las condiciones en las que volver a subastar sus capturas en el puerto base. Rentería aseguró a EL COMERCIO que hace tiempo que las reuniones quedaron interrumpidas, probablemente por la dificultad de interlocución que suponía que el presidente de Lonja Avilés quisiera dejar la entidad, pero, una vez resuelta la crisis, la posibilidad de diálogo es inmejorable.

Rentería asegura que Lonja Avilés quiere negociar sobre condiciones, pero sin condiciones, es decir, sobre la forma de realizar las subastas que proporcionen mayor rentabilidad para los armadores y «dejando atrás cualquier tipo de rencilla personal».

«Sin condiciones» quiere decir que Lonja Avilés renuncia a imponer mínimos sobre el tipo de sociedad que gestione la nueva rula, sobre su participación accionarial en la misma o sobre la cuantía de esa participación, si es que se produce. «Antes de hablar, queremos escuchar», dijo a EL COMERCIO el nuevo presidente de Lonja Avilés, elegido el mes pasado.

La expresión «queremos vender en el pueblo cuanto antes» refleja una disposición a alcanzar acuerdos que Rentería reitera sin reservas, pero sin renuncia a modificar las circunstancias que llevaron a un grupo de armadores avilesinos a vender sus capturas en otros puertos.

Javier Rentería hace hincapié en que no quiere renovar crispaciones que puedan perjudicar el entendimiento y evita denostar a la que se supone otra parte en el conflicto, la Cofradía de Pescadores Virgen de las Mareas, «porque la Cofradía es de los armadores y de los marineros, porque nosotros somos Cofradía».

El nuevo presidente de Lonja Avilés explicó que, discrepancias personales aparte, el descontento de los armadores que ahora representa se fraguó por el alto canon que imponían los gestores de la lonja y por algunas condiciones que consideraron leoninas. «Si yo presento cien cajas de pescado a la venta, el precio que consiga, sea el que sea, tiene que ser por las cien cajas. No vale que me paguen 90 y que me digan que las otras 10 me las descuentan, o que las tengo que regalar, sin decirme la razón. Nosotros, eso no lo entendemos».

Cambios de gestión

Cambiar lo que no les gustaba de la gestión de la rula y les alejó del puerto avilesino es el único objetivo que plantea Rentería y el único escollo que hay que salvar para acordar el retorno. Garantizar la máxima rentabilidad de la pesca para los barcos es el reto que Lonja Avilés le plantea a Docampo. Todo hace pensar que cuanto mayor sea esa garantía, mayor será el compromiso de los armadores de Lonja Avilés con la nueva rula y, por el contrario, cuanto mayores sean los riesgos de perder rentabilidad, más empeño pondrán en buscar alternativas, dentro o fuera de Asturias, para no resultar perjudicados.