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MARCO MENÉNDEZ
Domingo, 11 de mayo 2008, 20:52
La Universidad de Oviedo se enfrenta al que puede ser uno de sus principales retos en sus cuatro siglos de existencia, como es su adaptación al nuevo espacio europeo de titulación superior. En este proceso tendrá especial protagonismo Paz Suárez Rendueles, recientemente nombrada vicerrectora de Ordenación Académica y Nuevas Titulaciones, que entre otros asuntos, deberá solventar problemas como la duplicidad de titulaciones existentes, como Ingeniería Técnica Informática, Trabajo Social, Magisterio, Empresariales y Enfermería.
-El suyo será uno de los vicerrectorados más complicados durante los próximo años. ¿Cómo lo afronta?
-Ya era consciente de que era un vicerrectorado lleno de retos. Lo afronto con mucha ilusión y ganas de diálogo. Tenemos que apoyarnos en un estudio serio y riguroso de cuáles son los recursos humanos y materiales con los que contamos para afrontar cualquier nueva titulación, cuál es la demanda social y cuáles son las líneas de preferencia del Principado.
-Pero parece una tarea demasiado grande...
-Indudablemente. Estoy segura de que voy a contar con toda la ayuda del equipo rectoral. Pero también espero contar con el apoyo de mucha gente, porque una persona sola, incluso con un equipo detrás, es muy difícil que lo lleve a buen puerto.
-¿La decisión final sobre futuras titulaciones y reordenación de las actuales es sólo de la Universidad?
-La propuesta siempre será de la Universidad, pero la decisión final será del Principado, aunque trataremos que sea por consenso entre ambas instituciones.
-Acaban de llegar y ya hay polémica por las nuevas titulaciones.
-Ya hay titulares en la prensa y hasta los alcaldes hacen declaraciones. A mí me parece que todo esto es un poco precoz. El rector nunca afirmó con rotundidad que se iban a implantar tales nuevas titulaciones. Dijo que se iba a implantar alguna nueva y que de las que se venía hablando desde hace tiempo eran Arquitectura, Periodismo, Traducción e Interpretación y Educación Física. Esas fueron sus declaraciones y al día siguiente ya salieron en titulares.
-Pero incluso se han asignado las sedes.
-Sí. Estamos ante una situación totalmente irreal, inflada. Acabamos de tomar posesión. Tendremos una reunión con el Principado la próxima semana y entonces empezaremos a trabajar en serio, pero sin empezar a lanzar a la opinión pública expectativas que luego no se vayan a cumplir.
«No hemos hablado»
-Entonces, ¿todavía no hay nada al respecto de las nuevas titulaciones?
-Lo que es cierto es que todavía no hemos hablado de ello en ningún consejo rectoral porque es muy prematuro. Hemos de tener los datos objetivos de qué es lo que hay, qué es lo que vamos a traer y con cuánto dinero contamos. Quiero que quede claro en la sociedad asturiana que en octubre de 2008 no vamos a tener ninguna titulación nueva. Las cosas las vamos a hacer sin pausa, pero basándonos en un trabajo serio.
-¿Cuáles van a ser, entonces, sus primero pasos?
-Mi vicerrectorado tiene el reto de que en 2010 todas las titulaciones de la Universidad de Oviedo estén adaptadas a las directrices del espacio europeo de titulación superior. Eso significa que tenemos que cambiar los planes de estudios de todas las licenciaturas que hay ahora mismo en vigor. Es un trabajo tremendo, porque no tenemos mucho tiempo. El primer paso tiene que ser adaptar las titulaciones que no tienen dudas, duplicidades ni complicaciones en el perfil profesional de los titulados, como Química, Biología, Medicina, etcétera.
-En esa adaptación, ¿habrá titulaciones que desaparezcan?
-No se trata de desaparecer, sino de reconvertirse en otras, porque van a desaparecer todos los grados medios, casos de Enfermería y Fisioterapia, que se convertirán en grados superiores. O las escuelas de Empresariales, que pueden tener un choque con las titulaciones en Economía, por lo que habrá que buscar perfiles profesionales diferenciados para utilizar los recursos humanos de la mejor manera posible y queremos ampliar el abanico de posibilidades para los estudiantes. Otro conflicto probable es el de los ingenieros superiores y los técnicos, pero tenemos que esperar a que el Ministerio defina claramente cuáles van a ser sus competencias. Es posible que para poder especializarse tengan que hacer un máster. Hay mucho trabajo por delante y además, la ilusión del Gobierno regional es poder ofertar nuevas titulaciones. Pero dentro de ello no sólo van a estar las que se hablan u otras, sino aquellas que van a emanar de los centros que existen ahora mismo, como en el campo de Economía.
-¿Y las titulaciones que se imparten en varios centros?
-No tiene sentido que haya duplicidad de centros en Oviedo y Gijón enseñando las mismas competencias profesionales, por lo que habrá que intentar diversificar la oferta y que en Oviedo oferten unas competencias bien delimitadas y en Gijón otras. La labor es muy profunda y amplia.
-Entonces, ¿está garantizada la continuidad de los centros?
-No va a desaparecer empresariales; sí como título, pero van a ser graduados en la materia que se decida, como contabilidad de costes, economía de la empresa, economía del trabajo, etcétera. Se van a transformar, pero no va a desaparecer nada y lo ideal es no duplicar la oferta en Oviedo y Gijón.
«Amplias posibilidades»
-¿Se tratará de una especialización?
-Cada centro en una cosa diferente. Además, ese campo tiene una gama del conocimiento de posibilidades muy amplia; podemos buscar muchos perfiles profesionales diferenciados.
-¿La Universidad de Oviedo está preparada para afrontar este reto?
-Sí. Hay un gran número de personas que están en la universidad porque tienen una gran vocación de enseñar, investigadora y, sobre todo, de servicio. Hay una mayoría silenciosa apabullante que trabaja mucho, bien y muy serio. Quizá nos falta un poco el estímulo exterior para movernos más aprisa. Es mucho trabajo y a veces poca recompensa anímica. También hay una plantilla de excelentes profesionales en Administración y Servicios, sin los que sería imposible que esta gran máquina funcionase todos los días.
-¿Por qué no se inició antes este proceso?
-Creo que era deseo del rector saliente haber adaptado por lo menos dos o tres titulaciones en el curso académico que va a empezar, pero surgieron más dificultades de las que se creyó y no dio tiempo. Ahora mismo tenemos que trabajar un poco contrarreloj, porque los plazos que nos marca el Gobierno son muy cortos.
-¿Puede afectar negativamente la prórroga presupuestaria en el Principado?
-Si las nuevas titulaciones las fuésemos a implantar en octubre, indudablemente sí, pero como eso es absolutamente irreal, no va a ocurrir nada. En las conversaciones con el Principado hay que tener claro que, si queremos que en 2009 empiece alguna de las nuevas titulaciones, tendremos que acompañarlas del presupuesto. Por eso, creo que se está creando una falsa expectativa en la sociedad, porque nadie piense que su hijo podrá estudiar Arquitectura en la Universidad de Oviedo el próximo año.
-¿Cómo afectará este proceso de adaptación a los alumnos?
-No les afectará. Los títulos antiguos se adaptarán a las competencias profesionales nuevas, pero el alumno que empezó con un plan antiguo terminará con él. Sólo los que empiecen llevarán toda su titulación con el nuevo esquema. Igual que ocurre cuando se cambian los planes de estudios. Algunos se tendrán que cambiar porque se quedaron atascados en algún curso, pero nada más.
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