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DIANA DE MIGUEL
Jueves, 15 de mayo 2008, 04:45
«Asturias es un gran laboratorio para afrontar la crisis». El presidente de honor de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), José María Cuevas, no oculta su preocupación por el escenario de «profunda desaceleración» que vive España, pero se muestra plenamente confiado en que el sector empresarial podrá hacer frente a la difícil situación que atraviesan los mercados.
Cuevas asegura que Asturias y sus empresarios tienen mucho que aportar y pueden servir de ejemplo. Y es que, según resaltó Cuevas, el Principado ha funcionado como «un gran laboratorio» del que muchas regiones ya han sacado enseñanzas «clave» para afrontar importantes procesos de transformación económica. «Ahora veo a los empresarios asturianos más relajados que nunca. Se nota que el Principado es una de las regiones donde menos se están sintiendo los efectos de la desaceleración y, por eso, os felicitó. Nos habéis enseñado cómo se encauza una crisis», resaltó, durante un almuerzo con empresarios asturianos celebrado ayer en Oviedo.
Competitividad
Para el presidente de honor de la CEOE, que horas antes ofreció una conferencia en la Facultad de Económicas y Empresariales de la Universidad de Oviedo, la hoja de ruta que deberá seguir Asturias y el resto de regiones en los dos próximos años, «que serán de grandes incertidumbres», se basa en la mejora de la competitividad de sus empresas y en la internacionalización. Algo, asegura, que no será posible sin el apoyo del Gobierno.
El que fuera presidente de la CEOE durante 23 años es de los que cree que estamos ante una crisis pero no global, sino de aspectos concretos de la actividad económica. Además de «ser evidente la crisis que atraviesa el sector de la construcción», dice, estamos también «al borde» de la crisis de sectores de consumo como el de energía o el de las materias primas. De ahí que el presidente de honor de la CEOE reclamara ayer a la Administración una mayor inversión en obra pública y una «revisión profunda» de la política fiscal que soporta la vivienda y el suelo, así como de las normas urbanísticas en vigor, que, a su juicio, han producido «efectos indeseables» en los últimos años.
«El sector inmobiliario pasa por momentos complejos y el ministro Solbes debería adoptar medidas que ayuden a los sectores en crisis. No podemos olvidar que una parte fundamental de la crisis de la vivienda ha estado fundamentada en las normativas reguladoras del suelo, que han encarecido indebidamente los precios», recordó.
Cuevas aboga porque el Gobierno ayude a reducir los costes de las empresas, tanto fiscales como administrativos, además de mejorar los costes financieros y dar más libertad a los mercados. Son, dice, dos recetas claves para superar la fuerte crisis que atraviesa el sector inmobiliario. «Una economía como la española necesita un sector de la construcción fuerte y solvente y hay que actuar para lograr un equilibrio sano entre la oferta y la demanda», advirtió. El empresario argumenta que aunque España «no tiene una grave crisis financiera» porque en los últimos años las entidades han desarrollado un proceso «muy eficaz e inteligente con capacidad de competencia y absorción» de las situaciones de crisis que se pueden producir, no hay duda de que va a reducir su ritmo de crecimiento, al menos, hasta 2009. «La intensa apreciación del euro frente al dólar tendrá consecuencias sobre las exportaciones europeas y afectará al crecimiento de la economía europea y, fundamentalmente, de la española», vaticinó.
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