Ricardo Tucho: «Con esta escuela debió crearse la Universidad Politécnica»

Puede que sea la experiencia, la liberación del cargo que dejará en octubre o el delicado momento que viven las enseñanzas técnicas universitarias, pero lo cierto es que ocho años al frente de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería han hecho de él una voz más expeditiva. Cuando en el año 2000 Ricardo Tucho tomó el previsible testigo de la dirección de la escuela de manos de Esteban Fernández Rico, heredaba con ello también la mesura de su antecesor. Hoy, dos mandatos y un trozo de historia después, ironiza con los envites de la capital, critica las actitudes del Principado, censura la Semana Negra y alerta sobre la supervivencia de la Politécnica en el marco del Espacio Europeo de Educación Superior. Y todo cuando el buque insignia del campus de Gijón se incorpora a la treintena.

-Treinta años en la Universidad ya tienen peso...

-La verdad es que es más que la mayoría de edad. Yo me sentiría muy preocupado si ahora que vamos a vivir momentos especiales hubiera planteamientos que, como ocurrió con la Ley Moyano en 1860, se pudieran cargar una escuela como esta, la primera superior de Gijón. La Politécnica es una referencia en Asturias y no lo digo yo, lo dicen los empresarios, como hemos visto recientemente con la instalación en la Laboral de Indra, que decidió venir aquí por el bagaje humano que tenían muy cerca. Y cuando ves lo que se ha conseguido es cuando te sorprende ver que pudiera haber planteamientos que la cuestionaran.

-¿Está sugiriendo que con la restructuración del Espacio Europeo la Politécnica podría desaparecer?

-No como tal, porque la verdad es que todos los candidatos a rector dijeron muy claro que no se planteaban la desaparición de centros, con lo cual, podrían tener cabida todos perfectamente, pero no hay nada claro. La verdad es que si aquí se concitaran todas las titulaciones técnicas del campus, sería juntar a 8.000 ó 9.000 alumnos en un solo centro, y eso me parece un error. Sería más grande que muchas universidades de este país. Yo creo que hay que hablar de un gobierno de centros asequibles y lógicos, aunque entiendo que no puede haber duplicidad de titulaciones.

-¿A qué estudios no estaría dispuesta a renunciar la escuela?

-Yo creo que el grado de Ingeniería Industrial, el de Ingeniería de Telecomunicación y el posible grado de Arquitectura nunca debería de desaparecer de esta escuela. Eso, al menos. Y lo demás, el Rectorado deberá pensar cómo debe ser. Entiendo que la Escuela de Ingeniería Técnica planteé los grados que ha tenido, incluso el de Diseño Industrial, que no tiene reconocidas atribuciones profesionales. El nuevo ministerio está delimitando muy claramente las profesiones reguladas y las no reguladas, y no tendría sentido que hubiera una titulación con atribuciones profesionales con el mismo nombre a 250 metros de aquí. Yo creo que hay cometidos de grado, cometidos de postgrado y titulaciones en las que el grado puede tener una continuidad en el master. No creo que sea una necesidad plantearse la reducción de centros, la verdad. Al menos, en el campus de Gijón.

-¿Esas carreras son las que planteó a la vicerrectora de Ordenación Académica y Nuevas Titulaciones?

-A la petición de la vicerrectora hemos enviado un fax que decía que optábamos a cualquier grado relacionado con la familia industrial, a cualquier grado de telecomunicación y a cualquiera de informática, y que, como centro superior, queríamos todos los master que correspondan con ese título. Y hasta me atreví a opinar que este campus estaba especialmente preparado para estudios de Arquitectura, Caminos, Canales y Puertos, ingeniero de Obras Públicas, Ingeniería Civil... Me pareció un plazo muy precipitado para una decisión de tanto calado.

-Usted ya cuenta con Arquitectura, pero es una titulación que ya huele a rancio, sobre todo si hablamos de que, en el mejor de los casos, no sería antes de 2011.

-Si he abogado por Arquitectura y hemos hablado hasta con el Colegio de Arquitectos, es porque tenemos todas las áreas básicas, pero ya he dicho más veces que a lo mejor ya llegamos muy tarde a la Arquitectura, como seguramente llegamos muy tarde a la Telecomunicación. Zaragoza este año, con el mismo lío que los demás con el Espacio Europeo, implantó Arquitectura. Total, que al final vamos a estar rodeados de escuelas de Arquitectura y a lo mejor sería mejor no hacerla, pero es una de las frustraciones que me llevo al dejar la dirección. El Rectorado dijo 'piano, piano', pero si a nosotros se nos pide calma, tendrá que haber calma para todos.

-¿Se refiere al alcalde de Oviedo?

-La verdad es que me sorprendió Gabino de Lorenzo cuando dijo que la Universidad de Oviedo nunca debió de dispersarse en campus. Y le doy la razón. La Universidad de Oviedo debió de permanecer en el viejo caserón de la calle de San Francisco y no salir nunca de allí. Cuando se creó esta escuela, y ya no meto en danza la política de los años noventa y tantos, ya se debía haber hecho una universidad politécnica de Asturias. A lo mejor se hubieran acabado otros muchos problemas. Coincido con Gabino de Lorenzo: la Universidad de Oviedo nunca debió salir del caserón de la calle San Francisco, debió quedarse con lo que cabía allí.

-¿Y al campus de Gijón, qué le falta?

-Estamos ya con grandes apuros por la carencia de una residencia. El master de Mecatrónica nos va a traer en setiembre 10 ó 12 alumnos de otros países y no tenemos dónde alojarlos. No los puedo mandar a un Colegio Mayor a Oviedo y tenemos que enviarlos a un piso por ahí. Echo de menos también un sitio donde reunir a 500 personas, instalaciones deportivas... Tenemos que andar buscando locales como locos para que tengan sitio para estudiar, un comedor... Aquí debajo hay muchos metros cuadrados, se debía de hacer algo con ellos o algún edificio de servicios comunes, donde se pongan todas esas cosas que tiene una universidad. Claro, que no somos una universidad, somos un campus, pero son problemas que resolver.