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Sábado, 28 de junio 2008, 19:05
Quedarse todos los días plantado ante el mar imprime un carácter especial. Hacer lo mismo frente al ordenador, también. Ayer doscientas personas dieron ejemplo de ello. Reunidos en el foro BlogAsturias 2008, evidenciaron cómo la informática está creando un nuevo tipo humano, quizás menos introspectivo, pero con alerta y coordinación a los cinco sentidos. Unidos a sus sillas, los más avanzados mostraban capacidad para escuchar a los conferenciantes, leer en el ordenador el correo personal, anotar las reflexiones más interesantes e incluso mascullar algún comentario. Todo a la vez. El cuerpo humano, convertido en plataforma multimedia a imagen y semejanza de su máquina.
«Creo que cuantos más canales tengamos, mejor», sentenciaba Javier Pradero, alias Wicho. Es una de las cabezas pensantes de Microsiervos. com, el único blog español que aparece entre los quince más influyentes del mundo. Es eso pero también un idealista que entró hace años a internet para crearse un hueco en el que hablar de sus manías y que ha visto cómo aquel capricho le ha puesto a la cabeza del mundo virtual. O al menos como uno de los reyes en la circunscripción de las bitácoras (blogs), esas páginas a medio camino entre la web normal y el diario personalizado.
Si aún no capta la diferencia, no se altere. Tres de cada cuatro españoles no diferencian una web de un blog, «y yo me incluyo entre ellos», admitía el presentador de la sesión de mañana en el teatro de La Laboral, JoséMiguel Rubio. Antes las cosas estaban más claras. Internet tenía páginas y correos. Luego aparecieron los vídeos. Los diarios. Los audios. Las bitácoras. Los foros. Los fotologs. ¿Hacia dónde va este universo paralelo al real?
Algunas pistas quedaron trazadas en esta primera invasión de blogueros del mundo llegados a Asturias bajo el patrocinio de EL COMERCIO. «Hay una tendencia clara en todo esto», desveló Antonio Ortiz, de Error 500. «Vamos a mensajes más cortos: primero surgió el reportaje de periódico, largo, complejo, necesario; luego le salió como competidor el blog, de menos párrafos, pero con enlaces por si quieres profundizar; ahora la última moda es que a la bitácora le está surgiendo el microblog y el twitter», ilustró.
Menos para contar
En idioma profano, el experto anuncia el advenimiento de una nueva forma de usar el ordenador, basada en subir a la red un mensaje de no más de 140 caracteres, que se queda ahí colgado en un listado donde otros agregan más y más minitextos que se van solapando. ¿Qué utilidad puede tener algo así? «Para mi eso no es comunicación, es como si ves a una chica guapa en la barra del bar: necesitas la primera cita, desarrollar el concepto», discutió Arturo J. Paniagua, autor de elblogazo. com. «Para mí, que trabajo todo el día pegado a la pantalla, un lugar twitter me sirve para desconectar, es como acercarte a lamaquina del café, ves de lo que hablan, dices lo que se te ocurre, y te largas», propuso Ortiz. Ahí está el problema de fondo. Más páginas, más formatos, ¿pero para decir qué? En 1996 Pierre Bourdieu advertía, sobre la televisión, que era un medio maravilloso porque permite hablar para muchos, «pero eso supone una grandísima responsabilidad: uno debe tener algo importante que decir a tanta gente». «Es cierto: la blogosfera está sumida en la nada», lamenta el asturiano Antonio Martinez Ron, alma mater de la bitácora Fogonazos. «Un porcentaje demasiado grande de lugares creen que para ser mejor, lo que tienes que hacer es copiar los contenidos de otras webs más rápido que nadie», abunda Alma Fernández, de WebmasterLibre. com. Todo vale en la red, «un monstruo omnívoro que come todo lo que le eches», según definió hace años uno de los españoles más influyentes allí,Mario Tascón. Todo se mezcla. «Podemos leer el comentario de un chico de instituto al lado del de un Premio Nobel», afirmaba con cierto orgullo José Miguel Rubio. El problema es que en el río revuelto se mezclan los colores de todos los peces. Para complicarlo, los navegantes «se mueven por impulsos más pasionales que informativos a la hora de meter sus comentarios », informó Juan Neira, coordinador editorial de EL COMERCIO y autor de la bitácora Largo de Café.
Más que reflejos, para escapar de esas corrientes traicioneras, los peces necesitan cabeza. «Si nos ponemos enfermos, lo que buscamos es un médico diplomado, necesitamos herramientas para discernir entre tanta oferta», clarificó Ortiz. Lo hacía en una mesa redonda que duró dos horas. Un tiempo en el que, según las últimas estadísticas se habrán creado entre 200 y 4.000 nuevos blogs distintos. Para sobrevivir, cada uno deberá «jugarse la credibilidad cada día, como hacen los periódicos », propusoMaría de Álvaro, bloguera de Jo, Tía y jefa del área de Vivir de EL COMERCIOLa Voz de Avilés.
La realidad es que la marabunta de bits personales ha llegado para quedarse, para intentar cambiar las cosas, para influir en individuos como en instituciones. Algunos se muestran preocupados. Algunos como los miembros del Parlamento Europeo. «¿A cuento de qué ese interés que tienen en crear un registro de blogers?», cuestionaba el gurú, Wicho, quien cree que detrás de todo «hay un intento de controlar la presión que le ejercen estas páginas al poder». Otros apuestan por pastorear de manera diferente, como certificó el concejal de Promoción Económica e Innovación de Gijón, José María Pérez: «Queremos usar esto para abrir canales que dejen a los ciudadanos hacernos llegar sus ideas y que vean su recorrido». Primera victoria.
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