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CARMEN MENÉNDEZ
Domingo, 20 de julio 2008, 04:37
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Como a propósito, por si la puesta en escena no era ya lo bastante exuberante, la Luna llena acompañó ayer a los espectadores de la primera representación de las 'Noches Mágicas' en el Jardín Botánico de Gijón. Pese a la fresca nocturna del verano gijonés, a las 22 horas los seres mitológicos asturianos se decidieron a salir de entre la vegetación para enseñar a la gente los secretos mejor guardados de la finca. Gracias al éxito de las anteriores ediciones, ninguna de las 300 entradas ofertadas para el espectáculo quedaban ya a la venta desde la mañana del día anterior.
Guiados por el pesadiellu, los visitantes despertaron a la xana en la laguna de la Isla y vieron también salir al cuélebre de la zona pantanosa. En medio de los sonidos nocturnos, las historias milenarias del ñuberu, los trasnos y la güestia estrenaban en esta edicion las composiciones del músico Ramón Prada como banda sonora. La interpretación de los personajes mitológicos venía un año más de la mano de la compañía teatral 'Factoría Norte'.
Los más pequeños se abrazaban a sus padres cuando la campana de la güestia, la misteriosa procesión de almas en pena que deambula los caminos, comenzó a sonar. «Algunos niños se ponen a llorar en cuanto me ven aparecer en la oscuridad, pero en dos minutos ya se empiezan a reír con mis travesuras» recordaba risueño el interprete del trasgu.
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