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España celebra en grupo uno de los goles. / R. RAMIREZ
España gana en Dinamarca en un choque marcado por la tragedia aérea
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España gana en Dinamarca en un choque marcado por la tragedia aérea

Xabi Alonso (2) y Xavi marcaron los goles del debut de Vicente del Bosque en el banquillo

I. TYLKO

Jueves, 21 de agosto 2008, 05:23

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Son campeones de Europa y lo demostraron en el Parken de Copenhague. En el estreno Vicente Del Bosque, acertadísimo al introducir tras el descanso a Xabi Alonso y adelantar a un inmenso Xavi, los españoles vencieron a los animosos daneses pese a estar rotos por el dolor, por la tragedia de Barajas, y tener mucho menos ritmo de competición. Una jugada extraordinaria entre Xavi, Torres y Alonso, un certero disparo de rosca del cerebro azulgrana y un medido centro de Capel que empalmó el tolosarra del Liverpool marcaron diferencias en la reanudación, cuando los nórdicos perdieron fuelle y dejaron de presionar.

Como mostró en la víspera, Del Bosque apostó de inicio por el once campeón de Europa con dos novedades: las lesiones de Marchena y Cesc fueron cubiertas por Albiol y Villa. Sobre el papel, más juventud y menos contundencia atrás, más poderío arriba y menos presencia en el centro del campo, la zona de creación donde la España de Luis fraguó su sonado éxito.

Con más ritmo, más ímpetu y más necesidad de mostrarse, los daneses fueron mejores en el primer tiempo. Buen trato de balón, movilidad y rupturas por banda. Dispusieron incluso de tres excelentes ocasiones. Pero Casillas se lució.

No pintaba bien el partido pero Del Bosque lo leyó de maravilla al efectuar los primeros cambios. Y demostró, como suele ocurrir, que no por tener más delanteros se ataca mejor. Introdujo tras el descanso a Xabi Alonso, abrió el campo con Capel y, sobre todo, adelantó a Xavi. Y así, en un visto y no visto, en un tiralíneas perfecto, llegó el 0-1. Xavi envía en profundidad a Torres, el 'Niño' deja sentado a su defensor y, en lugar de tirar, levanta la cabeza y se la deja atrás a Xabi Alonso, que la clava sobre la marcha. Un golazo de campeones que destrozó a los daneses. A partir de ahí y pese al típico carrusel de cambios de estos partidos, fue coser y cantar. Xavi sentenció el choque tras un soberbio control orientado y un lejano disparo de rosca propio y Alonso puso la guinda. El fútbol siempre fue una válvula de escape pero anoche no había lugar para la alegría. Dramático.

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