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Monchu Cañas, con el personal del restaurante que regenta en Valladolid.
Un frío cálido
Sporting

Un frío cálido

El gol de Jorge en el tiempo de prolongación provocó que los más de dos centenares de rojiblancos tuvieran una sensación chocante con la temperatura bajo cero de Zorrilla

PPLL

Viernes, 16 de enero 2009, 04:54

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No hubo tanto frío como se esperaba, aunque Valladolid, en el mes de enero, es una de las capitales que invitan a desplazarse con las mejores prendas de abrigo.

No faltó Manuel Vega-Arango. El presidente rojiblanco quiere estar en todos los desplazamientos, aunque, debido a sus múltiples ocupaciones, tuvo que regresar tras el partido, pese a las bajas temperaturas y al riesgo de hielo en la carretera.

Para el regreso, al tener conocimiento de que estaba cortado al tráfico el tramo Benavente-León, por un accidente múltiple, Íñigo Domínguez optó por buscar una ruta alternativa, con todo el trayecto por autovía. La solución fue ir por Burgos, aunque se dio cuenta cuando divisó las torres de la monumental catedral burgalesa.

Quien casi se queda en tierra fue Maldonado. Por un error en la cuenta del número de viajeros el regreso se inició con uno menos. La llamada del interesado hizo sonar la alarma cuando el autocar estaba ya en carretera. La solución fue dar la vuelta y recoger al que faltaba.

José Ramón Tuero, concejal de Deportes, es uno de los más fervientes aficionados rojiblancos. Siempre que su agenda de lo permite acompaña al Sporting fuera de Gijón.

Perico Serrano es un seguidor rojiblanco que se encuentra ocasionalmente en Valladolid, aunque su residencia habitual, por motivos de trabajo, es Santander. Disfrutó con la presencia de muchos de sus amigos. Por cierto, hizo el servicio militar con Andreu Buenafuente, que era el único catalán del grupo que se gastaba las pelas con sus compañeros.

En la capital pucelana lleva más de una década afincado el gijonés Monchu Cañas, que regenta 'La Francachuela', un restaurante alpino.

La doctora Soco sólo puede viajar a los partidos de miércoles, ya que este año practica el balonmano y los fines de semana hasta se pierde la mayoría de las confrontaciones de El Molinón.

El ex futbolista Marcel Sabou viajó con la expedición de la TPA, ya que fue el comentarista para los encuentros coperos, junto a Ricardo Rosety, la nueva voz del fútbol en la televisión autonómica.

Los hosteleros Horacio Tascón y Justo José Cuesta son amigos y residentes en Gijón. Son fijos los miércoles. Ya tienen hotel y restaurante reservado en Bilbao. También estuvieron Javi, Elías y Fran, conocidos de la hostelería gijonesa, principalmente, la nocturna.

Raúl Otero, el conductor oficial del autocar del Sporting, recibió la visita de su cuñada Ana Rosa, que reside en la capital pucelana.

En este viaje, el periodista Antón Meana, que se confiesa defensor del extremo Pedro, confesó que el día que se clasificó el Caravaca para la fase de ascenso a Segunda División B apareció en la ducha del vestuario de los murcianos abrazado a Petu. Estas anécdotas de radicales se las reserva para el segundo libro que preparará con su amigo Chus, también periodista gijonés, que está afincado en Valladolid.

Los que se llevaron la peor parte fueron los miembros de Ultra Boys, que viajaron a Valladolid en un minibús. Varios grupos de radicales pucelanos los siguieron hasta Medina de Rioseco, para agredirlos con pedradas y romperles varias lunas del autocar. Las relaciones entre los grupos radiales del Sporting y del Valladolid no son cordiales, pero no se esperaba una actitud tan bélica de los castellanos, que no vinieron a los partidos de El Molinón. Tras las pedradas, se dieron a la fuga. Edu, líder de UB, comentó que el frío fue más soportable por el gol de Jorge. Aquí no cabe decir que el fútbol es así.

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