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G. D. -R.
Domingo, 1 de marzo 2009, 11:32
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Una sardina con gafas y la promesa de recuperar a 'La destrozona', el desaparecido personaje popular del Antroxu ovetense, fueron el cierre y la apertura de lo que empezó siendo una aberración -celebrarlo en cuaresma- y ya tiene marchamo de tradición: el sábado es Carnaval en Oviedo.
La sardina, creada por Teatro Margen, leía angustiada 'Cómo llegar a fin de mes sin suicidarse', un manual de supervivencia para la crisis, mientras esperaba la llegada del único desfile de este año para arder entre fuegos artificiales. Incinerada sin entierro, lejos de los fastos de 2007, cuando una decena de grupos de teatro, entre ellos Els Comediants, acompañó el desaparecido cortejo fúnebre, que no se sabe si regresará. Son cosas de la crisis, que estuvo muy presente en la mascarada de ayer.
'La destrozona' sí regresará, pero en 2010. Escoba en mano, repartirá zurriagazos a los participantes en Carnaval, anunció el concejal de Festejos, José Suárez-Arias Cachero. De momento, el Ayuntamiento ha recuperado el desfile de los centros sociales y, con ello, la animación en la calle.
Aunque «esto no es Río de Janeiro», como dijo hace un año el edil en defensa de los recortes, los centros sociales se volcaron. Las fanfarrias llegadas de otros puntos de Asturias y la banda de gaitas, disfrazada para la ocasión, pusieron la música al pasacalles. Celebrarlo en sábado da oportunidad de lavar el traje usado en Avilés o Gijón. También de optar a rascar algo de los 21.920 euros que repartió el Ayuntamiento en premios o de pasar desapercibido entre la marabunta que inundó la noche.
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