Escanciando en el Tataguyo

¿No es ese Brad Pitt? Fue la pregunta que durante la tarde de ayer se formularon unas cuantas personas en Avilés, cuando el artista y su equipo paseaba por la ciudad como si fuese un turista más. Una duda que le salvó de firmar cientos de autógrafos.

Brad Pitt inició su recorrido en la plaza de España, donde llegó a primera hora de la tarde. Acompañado por Natalio Grueso, Alejandra Lillo y Lars Krückeberg paseó por el centro de Avilés. A través de la calle de La Ferrería se dirigió hacia la plaza de Carlos Lobo, donde observó las obras del Centro Niemeyer y le explicaron algunos proyectos, como el hotel previsto.

Después fue hasta la plaza de Camposagrado y, por la calle de la Fruta, hasta la plaza de El Sol, donde conoció Valdecarzana. Durante el recorrido preguntó constantemente sobre los edificios. Durante el paseo, la gente lo conocía, aunque no llegaron a interrumpirle. Por la calle de San Francisco y Galiana llegaron al parque de El Carbayedo, donde se detuvieron a beber una sidra en el restaurante Tataguyo.

Allí, tras ver escanciar a Paco, Brad Pitt trató de probar suerte con la botella. El camarero de Tataguyo le solicitó permiso para hacerse una foto con él. En un primer momento, un acompañante negó esa posibilidad, aunque el actor accedió con la condición que no se divulgase en ningún medio. En ellas, se ve al actor bromeando con Paco y sentado. «Fue muy amable, se le veía un poco desbordado por el revuelo», comentó luego el camarero.

Después, regresó al hotel tras conocer el parque de Ferrera y reunirse con las autoridades. Sobre las 20.25 horas, salió al balcón de la sala y fotografió con su móvil el edificio del Ayuntamiento. Las personas comenzaban a llegar a las puertas del hotel NH Palacio de Ferrera. Por seguridad, se cerraron los portones de madera.

Desde el balcón, Pitt saludó brevemente con las manos a sus seguidoras. Estaba previsto que el actor pasase la noche en Avilés.