Javier Fernández interviene en el acto inaugural.

Fernández insta a la oposición a pactar las cuentas

«No hablaré de recuperación si hay 100.000 parados», dice el presidente asturiano

JOSÉ ÁNGEL GARCÍA

Sábado, 2 de agosto 2014, 00:30

Javier Fernández no se siente cómodo siendo el centro de los focos ni tampoco como protagonista de tribulaciones congresuales, como ocurrió el pasado fin de semana. Sin embargo, el presidente asturiano disfruta hablando de economía y exprimiendo sus reflexiones sobre el actual escenario social. Eso sí, siempre sin abandonar la prudencia en los vaticinios y reservando el hacha dialéctica para sus más enconados enemigos, llámese Foro o Podemos.

Publicidad

Precisamente, a la oposición, dedicó uno de sus mensajes durante el discurso con el que abrió la edición de la Feria Internacional de Muestras de Asturias . A sus rivales y aliados, antiguos y más recientes, emplazó el presidente asturiano a esforzarse para buscar un acuerdo que permita a la región contar con presupuestos el próximo año. «No me resigno a dar esta discusión por perdida, por mucho que haya elecciones en 2015», advirtió Fernández, que asume el reto de presentar un proyecto «sólido» y ofrecer «diálogo y consenso» al resto de grupos. El presidente asturiano pide a la oposición que no se instale en el «no por el no» y eviten caer en el «necio juego de intrigas palaciegas que la sociedad no entiende». En su opinión, solo así es posible consolidar los datos positivos que apuntan a la recuperación de la economía asturiana. «No debemos ser nosotros quienes añadamos alambradas y trincheras al largo camino que nos queda por andar», indicó.

A la recuperación, que exhibe de forma reiterada el Gobierno central, dedicó buena parte de su discurso. Opina que la huella de la crisis aún se deja ver con nitidez. Su cautela responde a la crudeza que reflejan algunas cifras. «Yo no puedo pregonar la recuperación con cerca de cien mil parados en Asturias y con la mancha oleosa del precariado expandiéndose como una nueva clase social», esgrimió. Rehusó confrontar con el Gobierno central y evitó ser «rácano» con algunos indicadores. «En esta región andamos sobrados de ingenieros de la decadencia y aguafiestas titulados. Nada que ver con ellos», proclamó, en alusión a Francisco Álvarez-Cascos, presente en la sala. No pasó por alto el auge de los denominados partidos populistas, cuya eclosión responde a la lógica, según Fernández, de cómo se ha gestionado la crisis. «La sociedad ha perdido la confianza en quienes la gobiernan y ha buscado alternativas que, aunque sea con la oratoria simple de los telepredicadores y los echadores de cartas 'on line', les ofrezcan algo de ilusión», lamentó. Una palabras que sonaron a ajuste de cuentas con Podemos.

Eficacia recaudatoria

No se libró de los reproches el Gobierno y la reforma fiscal aprobada ayer por el Consejo de Ministros. Teme que la medida «debilite» en lugar de «fortalecer» el crecimiento. Difiere del fondo y la forma. Fernández propone otras fórmulas encaminadas a lo que considera el principal eje vertebrador: la eficacia recaudatoria. Plantea ampliar al máximo las bases imponibles y mitigar el efecto distorsionador de tipos marginales que habría que bajar. «Tenemos un problema -proclamó- de bases menguantes y tipos crecientes que recaudan mucho y distorsionan mucho».

El presidente asturiano no escurrió el bulto y dio su aprobación al informe de la UE sobre la construcción de El Musel. «No me escandaliza que reclamen responsabilidades. Cuanta más luz haya, mejor», afirmó. No obstante, pidió que nadie cuestione la importancia que la ampliación del puerto gijonés va a tener en el futuro económico de la región.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad