La familia desahuciada por error solicita una indemnización
«No sabemos si es peor que cambiaran la cerradura e hicieran un inventario o que nadie nos pidiese disculpas»
Olaya Suárez
Miércoles, 25 de febrero 2015, 04:02
La familia desahuciada por error en el barrio de Pumarín pedirá un resarcimiento por los perjuicios económicos y morales ocasionados por la equivocación que hizo que durante cinco horas no pudiesen entrar en su domicilio, tal y como adelantó EL COMERCIO. El cambio de cerradura ordenado por la comisión judicial cuando los propietarios no se encontraban en el piso hizo que los afectados tuviesen que «perder un día entero» llamando a la Policía, al banco y al juzgado para que alguien diese una solución y les facilitase unas llaves para poder entrar en su casa.
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La afectada, Jessica Redondo Martín, se vio obligada a cerrar durante toda la jornada la peluquería que regenta, con la consiguiente pérdida económica que supuso tener que dejar de trabajar por una causa ajena a su voluntad. «Lo peor de todo ya no es que se equivocasen y entrasen al piso equivocado, lo más llamativo de todo es que nadie nos pidió perdón ni una mísera disculpa o explicación, parece que todavía nos estaban haciendo un favor dándonos las llaves...», lamenta esta vecina de los bloques conocidos como las '1.500', que trata de recuperar una normalidad que se vio truncada abruptamente el lunes al mediodía.
Ella y su marido ya han presentado en el juzgado de guardia, el de Instrucción 5, una denuncia por lo ocurrido. Dicen que nadie les ha dado aún una explicación. «Suponemos, pero es una suposición, que el error se produjo porque el número del portal antes era el 32 y ahora es el 24, los cambiaron todos hace un año», apuntan. Sin embargo, no habían recibido previamente ni cartas ni notificaciones que fuesen dirigidas a otra persona.
Dos números en el portal
«No sabemos si la equivocación fue del banco o del propio juzgado, parece ajeno a la Policía y al cerrajero, que se limitaron a acudir al sitio en el que les citaron», dice Jaime Fernández Mesejo. Todo apunta a que el embrollo que ocasionó el garrafal error tuvo su origen, efectivamente, en el cambio de numeración que el Ayuntamiento aprobó hace poco más de un año para las viviendas de las '1.500'. De hecho, en el portal en el que se desahució el piso que no era aparecen los dos números: el 24 actual y el 32 antiguo.
«Vale que puede dar lugar a confusión, pero lo lógico antes de entrar en un piso que no es tuyo, cambiar la cerradura y hacer un inventario, es confirmar que es ése. Cae de cajón», critica la pareja, padres de un niño de 9 años y una niña de 19 meses.
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Un día y medio después de la enajenación errónea de la vivienda, nadie se había puesto en contacto con ellos, tal y como cuentan. «Tuvimos que llamar a la Policía Local para que nos diesen el número de placa de los agentes que intervinieron, porque parecía que todo el mundo se lavaba las manos. Casi nos pareció peor ese desinterés que la equivocación en sí», añaden.
Tampoco saben aún para quién iba dirigida realmente la orden judicial. «Intentamos buscar el antiguo número 24, pero ya no está escrito en los portales y no lo encontramos, es todo muy extraño», apuntan. Precisamente ese cambio de numeración, que afectó a parte de la calle de La Mancha, generó protestas vecinales cuando se puso en marcha. «No se consultó a nadie para tomar la decisión y más que problemas no ha traído, recogimos firmas pero no nos tuvieron en cuenta», asegura Agustín Pascual Pino, uno de los afectados.
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