Sólo un 27% de mujeres en las aulas de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón
Un estudio de género realizado por la escuela retrata una minoría pragmática, estudiosa, organizada y confundida
Eva Montes
Jueves, 5 de marzo 2015, 00:15
«Si desde pequeño a ti te dan un coche para que lo armes y lo desarmes y a mí me dan una muñeca para que la peine, el resultado está claro cuál va a ser». El planteamiento de la presidenta de la Federación de Empresarias y Directivas de Asturias iba destinado al director de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón y a su subdirector de Estudiantes, quienes acababan de presentar el Estudio de Género sobre el Alumnado de la EPI Gijón 2015. Un trabajo realizado sobre 740 encuestas, que arroja una presencia femenina del 27%, una clara decantación por la Ingeniería Química Industrial, una elección más pragmática que vocacional de la carrera y una visión de sí mismas organizada y constante, más que técnica.
«Me llaman la atención esas capacidades que denotan las mujeres, porque eso es educacional, eso nace en casa», afirmó Belén Fernández, en respuesta a los datos proporcionados por Juan Carlos Campo, cuando el director de la Escuela Politécnica de Ingeniería señaló que la encuesta realizada on line durante el mes de febrero «muestra que la mujer está más preocupada que el hombre por las salidas profesionales de las ingenierías, con cuatro puntos porcentuales de diferencia. Los hombres, en cambio, se muestran claramente más vocacionales, un 14% más».
A cambio, ellas se consideran más organizadas que ellos, 20 puntos por encima, pero con una menor capacitación técnica. «Claro, desde pequeñas nos obligan, entre comillas, a ser más organizadas, a ocuparnos de varias cosas, mientras que la parte técnica, los ordenadores y hasta las chapuzas caseras, se las dejamos al hombre. Y eso lo llevamos de manera casi natural toda la vida. No hay más que ver que los videojuegos están enfocados a un perfil claramente masculino, que es el gran consumidor». Sin embargo, en lo que no hay diferencia de sexo es en la apreciación del futuro. «Tanto unos como otros están dispuestos a renunciar a un ascenso si empeora con ello su calidad de vida», dijo el director, a lo que Belén Fernández apostilló, incrédula, «eso es porque son jóvenes. Cuando tengan cuarenta y tantos, ellos continuarán y ellas, renunciarán».
Campo, sin embargo, puso en cuestión la creencia de sus alumnas de que tienen menor capacidad técnica que sus compañeros masculinos, hasta el punto de que sólo un 5% destacan esa apreciación frente al 17% de los hombres. «Es curioso, porque si hay algo que mide esa capacitación técnica, ese algo es la Universidad. Y resulta que los estudios desmienten esa visión que tienen de sí mismas las alumnas, porque si la nota media de grado en los hombres es de un 5,81, en las mujeres es de 5,95, por lo que no sólo no tienen menos capacidad técnica, sino que incluso podríamos decir que tienen más. Es una cuestión de estereotipos que no se corresponde con la realidad».
Las informáticas, testimoniales
El 27% de presencia femenina en las aulas de la Politécnica se corresponde con la tendencia nacional, si bien el área incluye globalmente Arquitectura, que aquí no se imparte y que arrastra un importante número de mujeres. Aún así, es una cifra muy corta respecto al 54% de féminas en el resto de las titulaciones. Sin embargo, en análisis pormenorizado de las distintas ramas, la escuela de Gijón prevalece sobre sus homólogas. El 37% de Ingeniería Química Industrial, el 31% de Telecomunicación, el 29% de Industriales, el 25% de Electrónica, el 22% de Mecánica, el 18% de Eléctrica y el 15% de Informática superan las cifras de mujeres en sus homónimas de Jaén, Zaragoza, Valladolid o Vigo.
Esa escasa presencia femenina en Informática es lo que ha hecho que la celebración, el próximo lunes, del Girls' Day gire en torno a cuatro mujeres de ese ámbito, que compartirán sus experiencias en una mesa redonda posterior a la inauguración de una jornada que contará con todas las autoridades posibles: la alcaldesa de Gijón, la directora del Instituto Asturiano de la Mujer y el propio rector de la Universidad.
Tal vez puedan dejar constancia las participantes de la brecha salarial existente entre hombres y mujeres, que está en un 30%. Sobre el particular, la presidenta de la Federación de Empresarias y Directivas de Asturias afirmó que «hace falta una mujer, aunque sea una Merkel, para que dé un meneo a eso».