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O. S.
Viernes, 1 de mayo 2015, 01:23
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Es un duro varapalo para el gerente de El Lavaderu, el emblemático establecimiento de Cimadevilla que cerró sus puertas el pasado diciembre acuciado por la crisis. El juez considera que la responsabilidad civil derivada del caso, más de 60.000 euros, debe ser abonada por el empresario y no por los seguros que tenía contratados, al considerar que «los hechos no fueron objeto de cobertura de las pólizas de seguro».
«No es de recibo que encima que yo fui quien interpuso la denuncia en la Policía para que se esclareciese lo que estaba pasando en el bar, ahora tenga que ser yo también el que pague. Si es así, maldito el día que se me ocurrió denunciarlo...», lamenta Alfonso Alonso, el último propietario del establecimiento, quien se hizo cargo de la gestión un año antes de que él mismo destapase los intentos de envenenamiento que se venían produciendo desde años atrás, con al anterior gerencia.
No ha quedado acreditado en la resolución judicial si los anteriores propietarios forman parte de esa responsabilidad civil subsidiaria, pues estuvieron al frente de El Lavaderu durante seis de los siete años que 'El Candasu' supuestamente suministró a diario el producto de deshabituación alcohólica en la bebida y la comida de sus compañeros.
Alfonso Alonso ya ha mostrado su intención de recurrir la sentencia del Penal 1 ante la Sección Octava de la Audiencia Provincial.
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