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Vista de Jove, una de las parroquias afectadas por la contaminación, con el hospital al fondo.
Los vecinos de Lloreda alegan que  la contaminación «es muy grande»

Los vecinos de Lloreda alegan que la contaminación «es muy grande»

Discrepan del informe sobre la calidad del suelo elaborado por la Universidad de Oviedo a petición del Principado, que ve leves anomalías

E. C. / AGENCIAS

Viernes, 21 de agosto 2015, 01:33

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Los vecinos de Lloreda mostraron ayer su total desacuerdo con los resultados plasmados en el 'Informe de valoración preliminar de situación de suelos de Lloreda, Veriña y San Andrés' elaborado por la Universidad de Oviedo a petición del Gobierno del Principado. Los habitantes de la parroquia concluyeron que la contaminación es «muy grande» y rechazaron que sólo existan «leves anomalías» por concentración de metales en algunas parcelas, como dictamina el estudio ambiental. Los niveles son muy preocupantes, según explicaron los vecinos de Lloreda. Por ejemplo, aseguran que para un valor máximo de vanadio de 50, se ha registrado 82,7; mientras que en plomo, con un 70 de tope se alcanzó 196. Otros niveles que excedieron de los permitidos son los de arsénico, cuyo límite está en 40. En Lloreda, se llegó a 91,7.

Otro tanto pasa con el magnesio, cuyos niveles arrojaron un resultado de 3.092, cuando el límite se sitúa en 2.135. Respecto al talio, el exceso fue superior al doble (2,5 frente a uno, que es el valor máximo permitido). Una situación similar es la que viven los vecinos de Jove. En esta parroquia, se registraron unos niveles de mercurio de 2,1, cuando el tope es uno; mientras que de un límite en cobre de 55 se llegó a 128. Por este motivo, consideran «totalmente apropiado» el nuevo estudio que va a realizar el Principado, en una superficie más ampliada. Para ello, se contratará un estudio de detalle de los suelos de Jove y Lloreda, sobre una superficie total de 500.000 metros cuadrados. El trabajo, con un presupuesto de licitación de 41.526 euros, permitirá determinar la calidad del suelo a través de un análisis de su contenido en metales.

Con este segundo trabajo, la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente pretende profundizar en este proceso de análisis de suelos, extendiéndolo a dos áreas de 250.000 metros cuadrados cada una en Lloreda y Jove. La finalidad de este informes es tener unas conclusiones más detalladas y representativas, conocer si existe algún tipo de riesgo y, en caso afirmativo, proponer las medidas de prevención o respuesta que procedan.

Industria y tráfico

Derivado del resultado del estudio preliminar hecho hasta ahora, se asocian esas anomalías «leves» a un origen de esa situación «ligado a fuentes históricas de contaminación de tipo industrial, urbano o ligadas al tráfico rodado, sin descartarse puntualmente el efecto de actividades agrícolas, el uso de rellenos alóctonos en alguna parcela o incluso alguna anomalía natural». Este informe se realizó en doce parcelas de suelo rústico, diez de las cuales superaron los Niveles Genéricos de Referencia (NGR) fijado por el Principado.

El documento aclara que estos datos no tienen por qué significar que los suelos afectados estén contaminados, ya que esto sólo se conocería con la realización de un análisis de riesgos. Por otro lado, desde la asociación de vecinos, ven pocos avances en la aplicación de las medidas del Plan de Calidad del Aire de Gijón que, por otro lado, recuerdan que está recurrido por la Federación de Asociaciones de Vecinos de la Zona Rural Les Caseríes por considerarlo «insuficiente». «No avanza ni bien ni mal», aseguraron sobre este plan.

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