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Jesús Manuel Cedeira, vestido de cofrade de la Santa Misericordia.
Una devoción que supera cualquier obstáculo

Una devoción que supera cualquier obstáculo

El joven con distrofia muscular espinal Jesús Manuel Cedeira fue ordenado cofrade de la Santa Misericordia

L. RAMOS

Jueves, 24 de marzo 2016, 02:21

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Ayer, tras varios años deseándolo, Jesús Manuel Cedeira pudo, por fin, acompañar a su adorada Virgen Dolorosa por las calles de Gijón al encuentro de su hijo camino del Calvario como un cofrade más de la Ilustre Hermandad de la Santa Misericordia.

Lo hizo sobre su silla de ruedas, ayudado por otra hermana, Pilar, quien se ofreció desde el primer momento a ayudarle a cumplir su sueño. Natural de El Coto, Jesús padece distrofia muscular espinal, una de las llamadas 'enfermedades raras' que le impide caminar, pero no luchar con ahínco para conseguir todo aquello que se propone. A sus 36 años es licenciado en Psicología y experto en Políticas Sociales y Personas en Riesgo de Exclusión Social por la Universidad de Oviedo. En la actualidad se prepara para defender su tesis doctoral sobre el 'Constructo de personalidad eficaz de las personas con discapacidad física'. En un futuro le encantaría dedicarse a la docencia y la investigación, aunque tampoco descarta la rama de la orientación.

Además de estudioso, Jesús es muy devoto y, como tal, amante desde siempre de la Semana Santa en todas sus facetas. «Hacía tiempo que quería unirme a una cofradía, pero no terminaba de decidirme. Finalmente, en mayo de 2015 di el paso y ahora no podría estar más contento», reconoce. Contento, nervioso y emocionado. No en vano, la de ayer fue su primera procesión como cofrade oficial de la Santa Misericordia. «Elegí esta hermandad porque es muy dinámica. No se limita a las procesiones de Semana Santa, sino que celebra cada mes el culto al Cristo de la Misericordia y organiza también numerosas acciones solidarias, como la recogida de alimentos», explica Jesús. La acogida que recibió por parte de sus hermanos fue «espectacular. Están siempre dispuestos a apoyarme en lo que haga falta», señala, y anima a todos aquellos que por cualquier motivo no terminan de atreverse a entrar en una cofradía a que «se lancen. La Semana Santa se vive de otra forma desde dentro», manifiesta.

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