Un año de cárcel para la madre que dejó a sus dos hijos en un piso entre basura

Un año de cárcel y cuatro de inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad. Es la condena impuesta a María del Pilar R. Á., la madre juzgada por un delito contra los derechos y los deberes familiares por dejar abandonados de madrugada a sus dos hijos de 5 y 7 años en un piso repleto de basura y suciedad en El Natahoyo, junto a un perro de la raza pitbull. La mujer no se presentó en la vista oral que se celebró a principios del mes de marzo en el juzgado de lo Penal número 2 de Gijón.

«El comportamiento de la acusada no se limitó a dejar solos a los menores en la noche y sin persona alguna al cargo, sino que no estaban debidamente alimentados ni vestidos y las condiciones de higiene del lugar eran realmente inadecuadas para la estancia de los niños», señala la sentencia. El juez añade que «resulta aún más reprochable, si cabe, que la acusada no dudara tampoco en que dichos menores quedaran en compañía de un animal notoriamente peligroso sin haber adoptado medida de seguridad alguna, generando así un riesgo para la integridad de los menores totalmente gratuito y carente de justificación alguna». La condena se ajusta a la pena solicitada por el ministerio fiscal. El abogado de la procesada, Adolfo Venta, pedía la libre absolución alegando que la ausencia había sido puntual y que no se había puesto en riesgo la vida de los menores.

Sin comer y desnudos

Durante el juicio fueron muy relevantes los testimonios de tres policías que intervinieron en el piso aquella madrugada del 3 de mayo de 2015. «Un vecino de la calle Ceriñola avisó porque vio de madrugada a una niña tirando basura por la ventana. Cuando llegamos, nos abrió el piso la propia menor y lo primero que hizo fue decirnos: «Perdonad porque el piso está muy desordenado», explicó uno de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía.

La casa, propiedad de una amiga de la condenada, «estaba llena de basura, de excrementos de perro, restos de comida y todo tipo de basura». El hermano pequeño, de cinco años, «estaba desnudo durmiendo en un sofá y había un perro pitbull en una de las habitaciones». Los policías declararon que la niña «dijo que no habían comido ni ella ni su hermano durante todo el día y que tenía mucha hambre».

Las gestiones para localizar a la madre se prolongaron durante casi una hora. «Llegó en un coche y explicó que venía de la Campa Torres de casa de una amiga y luego puso por excusa que había ido a comprar tabaco, pero no dio razón alguna de por qué los había dejado solos», recordaron los testigos.

Desde ese día los dos menores permanecen en un centro de acogida dependiente del Principado, donde, a tenor de la condena, permanecerán otros tres años más. La sentencia del Penal 2 no es firme. Cabe recurso de apelación ante la Sección Octava de la Audiencia Provincial, con sede en Gijón.