Cámaras para retratar las barreras que llenan la ciudad

«Salí durante dos días a buscar lugares con problemas de accesibilidad y quedé asustada». Así lo aseguró ayer Mercedes Menéndez, la ganadora del tercer concurso fotográfico 'Objetivo sin barreras'. Para la mayoría de los ciudadanos, las dificultades en materia de movilidad resultan casi invisibles hasta que no se buscan intencionadamente. Bordillos, escaleras, desniveles... La cantidad de retos que las personas con discapacidad se encuentran a diario es infinita. «Es una realidad cotidiana que está ahí y es necesario hacerla visible a todo el mundo», indicó.

En 'Plataforma al horizonte', Menéndez retrata la rampa de acceso a la 'Madre del emigrante', que se alzó como la mejor foto en el certamen organizado por Cocemfe Asturias con la intención de abrir miras y fomentar la empatía con los vecinos discapacitados... En la instantánea, se ve a una mujer con muleta que asciende por la rampa con la ayuda de un compañero. Los aledaños marítimos estuvieron presentes en el resto de instantáneas finalistas. María Luisa Perales, por ejemplo, se llevó el segundo puesto con 'Turismo para todos', en la que un viajero discapacitado se sube a un autobús en El Musel antes de empezar una ruta por la villa. 'Paseo Otoñal' y 'Mirando al mar' se llevaron el tercer premio y el accésit al más votado por el público, respectivamente. Muestran visiones alternativas de los arenales de Poniente y San Lorenzo.

Evolución positiva

«Luchar por la accesibilidad está en nuestro ADN. Los discapacitados deben tener los mismos derechos en la ciudad y para ello esperamos el Plan Integral de Movilidad del año que viene», afirmó Mónica Oviedo, vicepresidenta de Cocemfe Asturias. A su juicio, la evolución del concurso es muy positiva, remarcando la participación popular en redes sociales que decidió al ganador del accésit. «Los niños, mayores, embarazadas o lesionados temporales también son colectivos sensibles a los puntos rojos de la ciudad. Seguiremos luchando para eliminarlos cuanto antes», subrayó.

En la misma línea se manifestó Beatriz Montes, quien abogó, al recoger su tercer premio, por promover este tipo de iniciativas. «Incluso los sitios considerados accesibles son un infierno para los discapacitados. Todavía nos queda mucho por hacer», anotó.

Abraham Fernández entró en silla de ruedas al salón de recepciones del Consistorio en nombre de Bibiana Fernández, que no pudo recoger el accésit. Su visión de la ciudad, aunque optimista respecto a las dificultades del pasado, sigue siendo vigilante. «Se mejoraron muchas cosas pero sigue habiendo zonas muy caóticas para nosotros. La mayoría de portales particulares dan buena cuenta de ello, pero en zonas públicas también te encuentras problemas. El parque de Isabel la Católica es un ejemplo de ello, así que nos queda mucho por hacer», dijo.