El Principado advierte de que «un desahucio no es sinónimo de recibir una vivienda social»

Fue una reunión a tres bandas. Ante la mesa de negociación dos administraciones, la regional y la local, y una entidad social. El director general de Vivienda, Fermín Bravo, fue ayer el anfitrión en Oviedo de un encuentro al que asistieron la concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de Gijón, Eva Illán, y el portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Miguel Ángel García.

Se queja él de «los retrasos de hasta tres meses» en la ayuda a las personas que necesitan una vivienda de emergencia y en el rechazo del Ayuntamiento gijonés a ofrecerlas «a los afectados por los desahucios de pisos en alquiler».

Sin embargo, Principado y Consistorio hicieron frente común. Fermín Bravo aseguró que «un desahucio no es sinónimo de recibir una vivienda social. Eso hay que decirlo muy claro. Ante cualquier desalojo lo que hacemos es analizar la situación del afectado y ofrecerle la mejor ayuda posible. Pero esa no siempre es una vivienda social».

Un mensaje que hizo suyo la concejala gijonesa. Eva Illán negó retrasos de tres meses en ofrecer ayuda a las personas que lo necesitan. «Donde sí reconozco un retraso o un plazo de tres meses es en las ayudas al alquiler, porque tenemos la plantilla muy justa, pero los casos de emergencia son prioritarios».

«Vienen tarde»

En ese sentido, Bravo aseguró que «en Gijón se realiza un estudio de las necesidades de la persona. En muchos casos, quizá el problema se puede resolver con una ayuda económica. En otros, con un ingreso temporal en el Albergue o en una de las residencias de la Cocina Económica. Pero, insisto, no todo se resuelve con una vivienda social».

Illán, por su parte, aseguró que «el problema, muchas veces, es que las familias recurren tarde a pedir la ayuda, con poco margen de maniobra». En estos momentos, hay 40 peticiones en tramitación.