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José Luis Cortés, en la biblioteca de la UNED.
«No todo es pasear y jugar a las cartas con los amigos después de haberse jubilado»

«No todo es pasear y jugar a las cartas con los amigos después de haberse jubilado»

Licenciado en Filología Española, fue durante 25 años profesor en la Universidad a Distancia y responsable de los cursos para mayores de 55

LORETO BARBÓN

Lunes, 12 de junio 2017, 00:34

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El profesor José Luis Cortés (Córdoba, 1947), licenciado en Filología Española, se jubila después veinticinco años como profesor-tutor vinculado a la UNED y siete años como coordinador de la UNED Sénior, un programa orientado a estudiantes mayores de 55 años.

¿Cuándo nació la UNED Sénior?

La idea viene de muy atrás, pero el proyecto se materializó en 2010. Los programas de estudios orientados a personas mayores existían ya en todas las universidades, pero no los teníamos en Asturias. Así que me propuse implantarlos y lo conseguí. Estoy muy satisfecho.

¿Por qué decidió poner en marcha este proyecto?

El principio que me motivó es que, si uno no piensa por sí mismo otros lo harán por tí. Para pensar de manera autónoma, y que las personas mayores sigan participando activamente en la sociedad, es necesario seguir aprendiendo. Veía que eso faltaba en la tercera etapa de la vida.

¿A qué tipo de público se dirigen estos cursos?

El programa de actividades estaba pensado para personas mayores de 55 años, sin tener en cuenta si habían estudiado a lo largo de su vida o no. Ahora, todos ellos pueden acceder a las aulas, sin excepción. Estos cursos le han dado una oportunidad de acceso al conocimiento a cualquiera que esté interesado en seguir aprendiendo. Aunque sí es cierto que se aprecia un mayor número de personas que habían estudiado, generalmente, carreras universitarias. Suele venir gente con formación previa.

¿Cuáles son las temáticas que se abordan?

Desde un primer momento, intenté que las materias que se imparten en los programas abarcaran todos los ámbitos. Ciencias, tecnología, humanidades... hubo cursos de derecho, de economía, de literatura... un abanico muy amplio. Pero luego la gente fue cerrándose y exigiendo, sobre todo, temáticas relacionadas con las humanidades.

Alumnos muy entregados

¿Cómo calificaría el interés de los alumnos respecto a las asignaturas?

La acogida fue muy buena desde el principio. En los comienzos de la UNED Sénior fue todo muy reglado, pero después empezamos a centrarnos en los intereses de los alumnos, en lo que ellos querían estudiar. Ahora hemos vuelto a ofertar asignaturas nuevas para que los alumnos se animen a probar algo nuevo que, en un principio, no está entre sus intereses. A veces lo consigues y otras no, pero la oferta está ahí para reforzar la demanda de asignaturas que tengan que ver con ciencia y tecnología.

¿Qué les aportan estas actividades a los alumnos de la UNED?

Los cursos Sénior favorecen el envejecimiento activo, que es algo necesario desde el punto de vista biológico. Sirven para mantener todas las áreas del cerebro en funcionamiento y, de esta manera, vivir más años en unas condiciones óptimas. No hay que centrarse solo en pasear y jugar a las cartas con los amigos después de haberse jubilado. Hay que envejecer activamente. Pero, además del aprendizaje continuo, también está la parte más humana de los cursos, que es la sociabilización entre los alumnos. Hay gente muy entregada, con muchas ganas, que tiene intereses comunes con sus compañeros y esto, al final, estrecha lazos.

¿Cómo son las dinámicas?

Depende de la materia y del profesor. Por ejemplo, este año impartí un curso de debate y crítica. Tuve 25 alumnos que trabajaron mucho y muy duro. Tenían que preparar su argumentación, salir todos a exponer su tesis, defenderla ante los demás y hacer muchos ejercicios. Si no te esforzabas, el curso no te servía para nada. Hubo un 100% de participación y mucho compromiso.

¿Cómo se preparan las materias para un alumnado tan específico?

Esa es otra de las claves del éxito de estos cursos. Se crean a medida, es decir, no son la adaptación para mayores de una asignatura estándar. Es algo que requiere mucho esfuerzo y preparación por parte del docente pero, al final es algo muy agradecido, porque tanto los profesores somos los alumnos se volcaron con los proyectos y siempre se produce un aprendizaje mutuo y una retroalimentación, algo muy enriquecedor para todos nosotros.

¿Cuáles diría que son las claves del éxito que han tenido los cursos?

A estos alumnos los traté antes que como personas mayores, como personas. La empatía es uno de los motivos principales por los que el programa ha tenido buena acogida, porque los cursos no están adaptados a la edad, sino al contexto y a los intereses de los alumnos. Cada año tenemos más matriculaciones.

¿Entonces el balance es positivo?

Totalmente. Estoy muy satisfecho con la labor que hemos realizado. Los cursos van bien y los alumnos están contentos. Vemos que la proyección de la UNED Sénior es positiva y mejora año a año, así que es un proyecto que tiene mucho futuro, porque no se puede tener a toda a esta población viajando a Benidorm. Ahora tienen otras opciones.

¿Cómo se imagina el futuro del programa Sénior?

Muy bueno, porque la persona que ha toma mi relevo, Remedios Zapico, lleva mucho tiempo en esto y sabe cómo funciona. Ella le puede dar otro sesgo al proyecto para mejorarlo, sin lugar a duda. Cada vez hay más gente mayor que encuentra una alternativa muy enriquecedora para seguir sintiéndose parte de la sociedad.

Aunque se jubile, ¿va a seguir colaborando con la UNED Sénior?

Por supuesto. No solo como profesor, sino también como alumno, porque hay cursos muy interesantes y nunca es tarde para seguir aprendiendo algo nuevo. Aunque yo me retire a descansar un poco, el programa Sénior no se jubila.

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