Los estibadores siguen de huelga, pero respetarán a las empresas que subroguen

El conflicto de la estiba dio ayer un cambio significativo tras hacer pública la patronal Anesco la contraoferta que había anunciado el pasado viernes, pero no porque dicha propuesta fuera aceptada por los sindicatos, que la tacharon de «inmovilista» poco después de ser conocida, sino porque los estibadores dieron a conocer un acuerdo con «los grandes grupos empresariales que operan en España», que aceptarían la subrogación, y que no se verán afectados por los paros que se produzcan a partir de mañana.

Según un comunicado hecho público ayer por la Coordinadora de Trabajadores del Mar, UGT, Ciga y CGT, «los grandes grupos empresariales que operan en España se han desmarcado de la posición oficial de Anesco, regida por un grupo de empresas que no representa la opinión general, debido a la fórmula de decisión de la Asociación, y han ofrecido a los trabajadores de la estiba una propuesta que permite recuperar la paz social, deseada por ambas partes, y que sí garantiza la totalidad del empleo. Aducen que negociarán un acuerdo con esta premisa, bien desde Anesco, bien desde otra organización».

En esas condiciones, todo apunta a que los índices de seguimiento de los paros próximos al cien por cien se han acabado, pero no tanto por división entre los trabajadores como porque la convocatoria queda restringida a determinadas compañías.

La terminal de contenedores de Gijón, del grupo Maersk, no sufrirá a partir de hoy los nuevos paros, según pudo saber EL COMERCIO, ya que la multinacional danesa, que es propietaria también de la terminal que Fomento considera que está en peligro en Algeciras, es una de las empresas que ha pactado una salida al conflicto satisfactoria a juicio de los trabajadores.

Anesco insistió ayer en aceptar la subrogación, pero tras negociar las plantillas puerto a puerto.