Borrar
Esther Rodríguez deposita una rosa en el adoquín de José María Cueto.
«Mi abuela sufrió tanto por su hijo; esto significa mucho»

«Mi abuela sufrió tanto por su hijo; esto significa mucho»

La ciudad recuerda a los deportados Ángel García, José María Cueto, Rafael González y Manuel Bonet García con adoquines de la memoria

EUGENIA GARCÍA

GIJÓN.

Miércoles, 3 de agosto 2022, 00:29

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Nació en Veriña en 1918 y fue asesinado en Mauthausen en 1943. Tenía 24 años y el aviso de su muerte no llegó a Gijón hasta 1952. Ángel García González es uno de los 34 gijoneses que fueron deportados a campos de concentración y a quienes el Ayuntamiento de Gijón homenajea con la colocación de 'stolpersteine' o adoquines de la memoria. «Es un homenaje tardío, pero muy merecido», señaló la concejala de Memoria Democrática, Salomé Díaz Toral. «Merecen que lloremos por ellos, aunque las lágrimas de su familia ya regaron este suelo hace muchos años». De alguna forma, Veriña recuperaba así a su vecino.

En el número 2 de la carretera de Villaviciosa, otro adoquín recuerda a José María Cueto, que fue chófer mecánico al servicio del Cine del Frente. Fue internado en Mauthausen y Gusen, y liberado en mayo de 1945. Desde entonces residió en Francia con su esposa, Olivia Pardo, y como recordó ayer Esther Rodríguez «venía a ver a su madre y de vacaciones todos los veranos». «Era muy alegre y aprovechaba para recorrer Asturias, conocer cosas y encontrar a amigos», señalaba, agradecida por un gesto «muy emotivo». Un 'stolperstein' recuerda el nombre de Rafael González Costales, liberado de Neuemgamme, en el número 102 de la calle Cabrales.

Y frente al número 3 de la plaza del Marqués, en cuyo segundo piso nació y vivió su tío Manuel, Pilar Bonet rememoraba emocionada: «Mi abuela sufrió tanto, tanto por aquel hijo suyo...». Casado y con dos hijos, perdió un brazo en la guerra civil y pasó por diferentes campos antes de terminar en Dachau apenas una semana antes de que los aliados entraran en París. «Ellos lucharon por sus ideales. Esto significa mucho para mí, sobre todo por mi abuela», acertaba a decir.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios