Secciones
Servicios
Destacamos
OLAYA SUÁREZ
GIJÓN.
Viernes, 9 de noviembre 2018, 02:04
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Celestino V. G. no recurrirá al Tribunal Supremo la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) que declara nulo el juicio al que fue sometido por el crimen de Silvia Hernández y del que salió con una condena de cuatro años de prisión por homicidio imprudente. El procesado ha optado por acatar la resolución del TSJA y esperar una nueva fecha de la vista oral, que deberá celebrarse con un nuevo tribunal y un nuevo jurado popular.
Tal y como explica su abogado, Enrique Lamadrid, permanece en libertad a la espera de que vuelva a ser juzgado. Salió del centro penitenciario de Asturias, en el que permaneció más de dos años, el mismo día en el que le fue notificado el auto de la Audiencia Provincial, el pasado junio. El TSJA señaló como objeto de especial consideración «la falta de lectura íntegra del acta de votación del jurado que contenía el veredicto en el momento de su comunicación. A juicio de la sala, presidida por Ignacio Vidau, «constituye una infracción de la Ley del Jurado e implica un quebrantamiento de normas y garantías procesales que afecta al derecho a defensa de las partes, provocando para ellas una situación de efectiva indefensión».
«Analizada el acta de votación del jurado, encuentra evidente la existencia de una flagrante contradicción, pues el jurado declaró probado por unanimidad como hechos objeto del veredicto, los relativos a la decisión firme del acusado de acabar con la vida de su pareja, al menos de dos puñaladas, tras mantener una discusión, pero a la hora de votar los hechos referidos al grado de participación del acusado en los mismos hechos, aprueban por unanimidad que la muerte fue causada por grave imprudencia», explicó el TSJA.
Silvia Hernández murió en marzo de 2016, a los 34 años, en el piso que compartía con Celestino V. G., su novio, en la calle Carpinteros, en Roces. Sufrió dos heridas de arma blanca en el costado y en una axila. El veredicto del jurado popular consideró que esas lesiones le fueron ocasionadas de forma fortuita cuando el procesado intentó evitar que se autolesionase con un cuchillo de cocina. Las heridas le afectaron al estómago y a un pulmón. Murió por una hemorragia interna.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.