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Luis Fariña, primero por la izquierda, en el Cuarteto Vocal Asturiano.
El adiós de Luis Fariña
1997. Hace 25 años.

El adiós de Luis Fariña

A los 77 años murió uno de los más admirados representantes del folclore asturiano. Era natural de El Llano y vecino de La Calzada

Martes, 16 de agosto 2022, 00:28

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Luis Fariña tenía 77 años cuando murió, hace ahora 25, pero su larga trayectoria le hacían un personaje único en el mundo del folclore asturiano. Tanto era así que su muerte causó auténtica consternación en el mundillo al que consagró su vida. Y decimos 'su vida' de forma literal, ya que Fariña llevaba dedicándose a la música desde los diez años de edad. «A tan corta edad dejó pública constancia de su excepcional voz, acompañado a la guitarra por su hermano Miguel, en el viejo paseo de Begoña», contó EL COMERCIO. Fariña había nacido en El Llano, pero acabó por establecerse en La Calzada, y jamás llegó a desvincularse nunca ni de la canción «ni de otras manifestaciones artísticas que cultivaría con igual entusiasmo y acierto».

Eterno trabajador a favor del folclore, Luis Fariña había formado parte de la junta directiva del Coro Asturiano de La Calzada, «a cuya fundación y desarrollo contribuyó sin desmayo», compatibilizando sus actividades en este mundo «con su trabajo como transportista». En toda la línea del tiempo que puede trazarse, rica y provechosa, a lo largo de la trayectoria de Fariña, una fecha clave: 1945. Aquel fue el año en que «animado por José Morán, se incorporó a la Compañía Asturiana de Comedias de José Manuel Rodríguez y empezó a participar en el Quinteto Tonaes, junto a Palacios, Godofredo, Morán y Arsenio Huerta».

La marcha de Huerta convertiría al grupo en el famoso Cuarteto Vocal Asturiano, «que creó escuela durante 25 años de exitosa historia. Dicho grupo llegó a efectuar 22 grabaciones, y alcanzó un protagonismo radiofónico destacable tras conseguir, en 1947, el premio 'Fiesta en el aire'». Pero todo se acaba. El fin del Cuarteto llegó en 1968 y a él le siguió el Coro Asturiano de La Calzada, donde Fariña empezó como tenor y acabó, ya próxima su muerte, de tesorero. Y mucho más. Escribió teatro costumbrista, colaboró con EL COMERCIO hablando de folclore regional, y hasta publicó varios libros: 'Desde La Calzada', en 1985, y 'Coplas al viento', poco después. Llegaba, ahora, la hora de la despedida. La iglesia de Fátima sería el escenario.

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