Los alumnos del colegio gijonés Rey Pelayo convivirán con las obras el próximo curso

Por tanto, las obras que se iniciarán previsiblemente a principios de verano comenzarán con la reforma del forjado de la planta primera, de forma que el curso escolar pueda iniciarse en septiembre con normalidad. La intención del Ayuntamiento, que hace unos meses rechazaba esa posibilidad por cuestiones de seguridad, es que las clases funcionen con normalidad «mientras nosotros avanzamos con la obra».

Les favorecerá también, anotó el concejal, el hecho de que el número de alumnos y alumnas actual es ahora bastante inferior al que el colegio tenía hace dos años, cuando el hundimiento de parte del suelo de la primera planta obligó a desalojar el centro y reubicar al alumnado en otros dos colegios.

La reforma integral del Rey Pelayo mejorará la eficiencia energética y la accesibilidad al centro. También le permitirá ganar más aulas. Hace apenas una semana, Villoria y técnicos de su concejalía se reunían para concretar la distribución de espacios en las tres plantas del colegio. Ese diseño permitirá ganar dos clases para Infantil –de cuatro aulas se pasa a seis– en la planta baja y en la primera y la segunda plantas habrá, respectivamente, otras once aulas. En total, el futuro Rey Pelayo contará con 28 clases ante la previsión de que, una vez finalizada su rehabilitación, recupere cifras de alumnado iguales o superiores a las que tenía dos años atrás.