«Si dicen que hay que escuchar a la gente, no sé por qué debe ser solo a los taurinos»
«Queremos cubrir la plaza de toros para poder darle más uso y por tanto lograr más beneficio para Gijón»
«Se ha acabado la feria taurina», aseguraba hace diez días Ana González (Oviedo, 1963), después de que en la última corrida de este año ... se lidiaran toros con los nombres de 'Feminista' y 'Nigeriano'. Con su anuncio, Gijón ponía fin a más de un siglo de toros en El Bibio y se situaba en el centro de una polémica cuyos ecos traspasaron fronteras y en la que frente a las críticas de toreros, criadores y aficionados se situó el aplauso de los antitaurinos.
–¿El detonante fue 'Feminista' o 'Nigeriano'?
–Los dos. En ambos casos hablamos de derechos fundamentales:los derechos de las mujeres y los de cualquier persona, hombre o mujer, a ser como sea y de la nacionalidad que sea.
–Sí hubo presión del movimiento feminista tras esa corrida...
–No fue por presiones. Yo me enteré de los nombres al día siguiente, lunes y festivo, porque a mi hija le llegó un wasap con el cartel. Y pensé que era un montaje. El martes por la mañana ya pedí que me dijeran cuál era el cartel y fue cuando lo confirmé. Aquí se juntan muchas cosas, desde la facultad del Ayuntamiento para decidir qué tipo de actividades quiere en un equipamiento municipal hasta la de admitir ciertos juegos, yo creo que hechos adrede, que son ofensivos y que desde mi punto de vista no pueden ampararse en la tradición.
–¿Adrede?
–Sí, porque cuando se ha considerado necesario sí se ha cambiado alguna vez el nombre de los toros. Y el ejemplo que siempre se pone es el de la alternativa de Manolete, en 1939, cuando el de 'Comunista' se cambió por 'Mirador' porque alguien fue consciente de que ese nombre no era conveniente. No hablamos de algo que no se haya hecho antes, independientemente de cómo se llamaran la bisabuela o la tatarabuela del toro. Aunque también podríamos cuestionarnos el origen de poner esos nombres.
«Nos vamos a reunir en septiembre con la ministra para hablar del plan de vías»
–¿Ya tiene fecha para reunirse con la ministra de Transportes?
–Las conversaciones que hemos tenido son para vernos en septiembre, pero aún no sé el día.
–¿Y ha habido mientras algún nuevo avance en el plan de vías?
–Seguimos pendientes de la declaración de impacto ambiental. Pero quiero explicarle personalmente a la ministra la importancia de esta actuación. Aunque estoy segura de que su equipo le habrá informado de ello, ya que en la Secretaría de Estado siguen las mismas personas, creo que es bueno poder vernos con ella.
–¿Puede afectar a los planes que había este cambio de titular?
–Creo que no, porque los hitos que tenemos son administrativos. Es lo que decidió Foro cuando en 2012 no hizo lo que había que hacer, que era construir la primera fase de la estación, y cambió su ubicación. Cuando yo llegué a la Alcaldía, solo se había licitado el estudio informativo. Y tras el avance que ya conocimos, ahora toca esperar por su aprobación definitiva, para lo que tiene que haber por parte del Ministerio para la Transición Ecológica una declaración de impacto ambiental. A partir de ahí dejaremos de hablar de posibles ubicaciones y ya tendremos refrendado lo que decía el estudio, que es que Moreda es mejor que el Museo del Ferrocarril.
–¿Y en qué punto está el nuevo convenio que deben firmar las tres administraciones?
–Desde el Ayuntamiento estamos trabajando en un texto que lógicamente habrá que negociar. Aunque hay ciertos apartados que son difíciles de cerrar, para no caer en los errores del anterior, y para los que necesitamos concreción. Pero esperamos poder acompasar el ritmo del convenio al de la declaración de impacto.
–¿Cuáles serán sus claves?
–Debemos tener más claros los números, que sean reales. También qué instrumento de financiación vamos a utilizar, que no solo lo recoja como posibilidad. Y también me he comprometido a dejar más abierto el tema de la edificabilidad. Que el objetivo no sea, como en el convenio anterior, lograr la máxima edificabilidad. Ya he dicho que no se deben hacer las grandes torres y queremos un modlo de ciudad con una presencia significativa e importante de zonas estanciales y de verde.
Un referente de Gijón
–¿Prevén acometer una reforma definitiva del Muro en 2022?
–No lo sé. Si el modelo que se decide cuesta 80 millones de euros, sí le aseguro que en 2022 no empezaríamos las obras, porque no los tenemos. El Muro es un referente de Gijón, pero mentiría a sabiendas si dijera que vamos a gastar ahora ese dinero. El anterior equipo de gobierno ya había hecho un proyecto, pagado por el Ayuntamiento y sin proceso de participación, que usaron para las elecciones de 2015 y luego guardaron sin explicar por qué.
–¿Y una solución intermedia, como recuperar el doble sentido, mientras llega esa obra definitiva?
–No me gusta la política ficción. Vamos a escuchar a la comisión de trabajo, que por cierto se ha alargado más de lo que se había pedido, y a partir de ahí reflexionaremos.
–¿Será vinculante lo que acuerde esa comisión?
–Nunca se dijo que lo sería, porque sería un fraude. Es un proceso de participación, pero quien tiene la responsabilidad de tomar decisiones es el gobierno, al que votó la ciudadanía. Nosotros no vamos a trasladársela a grupos externos. Sí me ha sorprendido, y me parece de poco rigor, la utilización sectaria que se ha hecho con la documentación, con fotos del 'cascayu' que son las de la posición de Stop Muro. Y de los datos de aparcamientos que se les dieron hicieron una errónea interpretación que no rectificaron.
–¿Usted conocía cuando tomó la decisión cómo era el proceso para ponerles nombre?
–¿Qué tendrá que ver que yo lo sepa?Los nombres los ponen quienes tienen potestad para ello, que son los dueños de los animales. Pueden decidir que se llamen como sus antecesores o cambiarlo. ¿Ohay una ley natural que obliga a llamarlos de una manera determinada? Las tradiciones se cambian, y por eso ya no tiramos cabras desde los campanarios porque nos dimos cuenta de que no era una actividad civilizada.
–Los criadores dicen que se atienen a la normativa que existe para inscribir las reses en el libro genealógico de la raza.
–Pretender que en el siglo XXI el linaje o la raza de un animal lo muestra el nombre y no un certificado genético o de pedigrí, como ocurre con otros animales, es un poquito raro. Sería mejor incluso para evitar el fraude. ¿Me van a decir que hay una ley que dice que hay que mantener el nombre de la madre? Pues cambiémosla, igual que por ejemplo las feministas hemos cambiado muchas leyes que eran tradición durante el franquismo, desde no poder tener una cuenta corriente hasta casarse solo por la iglesia o, hasta 1981, no poder divorciarse.
–¿En ningún momento dudó de su decisión de negar la prórroga?
–El contrato está terminado y a partir de ahí se hablaba de tres posibilidades de prórroga. Se han dado dos, y la tercera no. No había ninguna obligación de darla. Y creo que es bueno realizar otras actividades culturales.
«Yo nunca he ido»
–Apenas 48 horas antes usted decía que a los toros 'quien quiere va y quien no quiere, no va'...
–Es que quien quiere va y quien no, no va. Yo por ejemplo no he ido nunca, porque no quiero ir.
–¿Lo consultó con alguien?
–Claro que lo consulté, porque ser alcaldesa no hace que lo sepas todo. Pero es curioso que siempre que se dice que hay que escuchar a la gente se haga desde un posicionamiento unilateral, en este caso el del 'sí a los toros'. Y si escucho a la otra parte, soy sectaria y totalitaria. Aquí hay una parte de la población que quiere esta actividad y otra que no, y hasta ahora le habíamos hecho caso a los primeros. Aparte, hablamos de una actividad cada vez más minoritaria en toda España. En Gijón hace muchísimo tiempo que no hay 10.000 personas en la plaza viendo toros, que es su capacidad. Y este año, sobre un aforo de 5.000 personas, a la primera corrida fueron 1.900 personas; a la segunda, 3.900;y a la tercera, 3.000. En total, un 55% de lo permitido. Ymientras, en 17 conciertos la ocupación fue del 78%. Hay actividades más valoradas que otras y eso también lo tengo que mirar.
–Los antitaurinos critican que pesara más el tema de los nombres que el del maltrato animal...
–También pesa el maltrato. Yla idea que ya teníamos era no sacar la concesión cuando se agotaran todas las prórrogas. Lo que hemos hecho es adelantar un año la decisión.
–¿Ha recibido más quejas o felicitaciones?
–He recibido muchas cartas, correos, llamadas y mensajes que estaban de acuerdo con la medida. Cartas tengo doscientas a favor y once en contra, por ejemplo.
–Se anuncian recursos, denuncias... ¿Tiene clara la legalidad de que una plaza de toros no se dedique a albergar corridas?
–No es la única en la que ocurre en España. Si no es ilegal en otras no sé por qué iba a serlo en esta. Pregunte al alcalde de Oviedo, que también tiene una plaza que es Bien de Interés Cultural y tuvo su última corrida en 2007. Las hay reconvertidas en centro comercial, otras donde no hay toros y sí espectáculos culturales... No me invento nada nuevo.
–¿El destino de El Bibio serán entonces los conciertos?
–No solo tienen por qué pasar conciertos. Tendremos un espacio, no de gran tamaño, pero sí de un tamaño interesante, para muchas actividades culturales y donde pueden pasar muchas cosas, con aforos muy distintos en función de la actividad que sea. Fíjese qué bien nos vino las últimas navidades la plaza para que los Reyes Magos pudieran recibir a los niños de Gijón.
–¿Se plantean cubrirla, como proponen algunos promotores?
–Sí, queremos cubrirla, como se ha hecho ya con otras. Y creo que debemos marcárnoslo como objetivo. Pero también habrá que hacer un estudio profundo de otras necesidades de arreglo de la plaza. Ytodo eso, conjugarlo con otros proyectos importantes que tenemos en marcha, como el de Tabacalera.
–¿Maneja algún plazo?
–Sería una imprudencia decirlo, porque no sé ni lo que cuesta. Ni tan siquiera podría hacer un cálculo a vuelapluma, porque no soy arquitecta ni ingeniera. Y tendrá que ver con la disponibilidad de presupuesto, con otras cosas que tenemos que terminar...
–¿Sería compatible con su carácter de Bien de Interés Cultural?
–Hay más plazas que son BIC y que se han cubierto. Entiendo que una actuación que sea respetuosa puede ser factible.
–¿Han cuantificado el impacto económico de no celebrar corridas?
–Creo que no hay ningún estudio riguroso sobre eso, porque pongo en duda el que habla de que un 35% de los asistentes son de fuera de Gijón y pasaban 5,3 noches en la ciudad y comiendo de restaurante. Mezcla datos y no se caracteriza por el rigor, porque tampoco explica qué control se hacía de las entradas para saber si era gente de Gijón o no. En cualquier caso, no estamos hablando de dejar de usar la plaza. Lo que queremos es que tenga más uso y, por lo tanto, más beneficio para la ciudad.
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