«¿Stop Muro tuvo 1.500 aportaciones? En Gijón viven 272.000 personas»

Tampoco ha sido fácil el clima político, con enconados debates en áreas como Movilidad, que han derivado en procesos judiciales. Su entrevista con EL COMERCIO coincide con el anuncio de Stop Muro de que ha reunido la fianza de 48.000 euros exigida por la jueza para hacer cumplir la sentencia, aún pendiente de un recurso ante el TSJA, que obliga a reponer el doble sentido de circulación en el Muro.

-¿Pensaba que Stop Muro podía reunir ese dinero tan pronto?

-No teníamos ninguna duda de que lo conseguirían. Y ahora el Ayuntamiento podrá poner en marcha la tramitación para ejecutar la sentencia, como siempre dejamos claro que haríamos.

-¿Muestra que sí tienen un importante respaldo detrás?

-Desconozco el mecanismo que han utilizado para reunir el dinero. Por lo que he leído, recibieron 1.500 aportaciones. ¿Eso significa que tienen mucho apoyo? En Gijón viven 272.000 personas. Sí me gustaría aprovechar para condenar los discursos de odio y los insultos, que son muy peligrosos. Creo que no deberían tener cabida en una sociedad democrática. Y no perjudican a un gobierno, perjudican a toda la ciudad.

-¿Cuáles serán los pasos ahora?

-Los que explicó esta semana el concejal de Obras Públicas.

-La asociación dice que han diseñado «mal a propósito» el retorno del doble sentido para que la gente «se les eche encima».

-No sé si la gente sabría identificar a las personas de Stop Muro, más allá de alguno que pertenezca a algún partido político, como para echárseles encima. Pero diciendo eso lo que hacen es reconocer que sí hay gente que quiere un Muro peatonalizado.

-¿Se volvería a reponer el 'cascayu' si el TSJA da la razón al Consistorio?

-No podemos responder, porque no sabemos lo que fallará.

-¿A usted cómo le gustaría que quedara el Muro?

-Yo no tomo decisiones por mis gustos personales. Lo que sí tenemos como gobierno es un modelo de ciudad que pasa por ser medioambientalmente responsables. El propio Pleno, con el voto de 25 concejales de 27, pidió en diciembre que Gijón sea «climáticamente neutra» en 2030. Para conseguirlo tendremos que hacer cosas y el tráfico es una de las principales fuentes de emisiones.

-Tienen un anteproyecto de reforma. ¿La iniciarán este año?

-Ya veremos, no puedo hacer ahora una afirmación rotunda. El Muro necesita una solución, no queremos que sea así. Pero ya veremos cuándo podemos hacerlo. El mes que viene se abren nuevas convocatorias europeas y presentaremos un proyecto para conseguir dinero, igual que ya hemos conseguido 21 millones para otras actuaciones y optaremos a 19 más para acometer importantes transformaciones en los colegios de Los Campos, La Escuelona, Príncipe de Asturias, Rey Pelayo y el de Educación Especial de Castiello desde el punto de vista de la eficiencia energética y la naturalización de sus entornos.

-¿Por qué cree que la Movilidad provoca debates tan pasionales?

-Yo hablo con alcaldes de todos los partidos y les pasa lo mismo. Pero estas reacciones se van mitigando, o son menos polarizadas, cuanto más avanzadas están las peatonalizaciones, porque los vecinos se encuentran ciudades más agradables y vivibles y estos espacios se convierten incluso en un atractivo para los visitantes. Del rechazo inicial se pasa a un apoyo casi unánime. Pero Gijón está atrasada en peatonalizaciones con respecto a otras ciudades. Y somos de las pocas que no tienen peatonalizado su casco histórico.

-¿Toca aguantar el chaparrón y seguir hacia adelante?

-Toca ser conscientes de que nuestra responsabilidad también es dejar una mejor ciudad para el futuro. E incluso tenemos que cumplir la ley. El 1 de enero de 2023 todas las grandes ciudades deben tener un plan de movilidad sostenible. Y eso obedece a la clara conciencia, que nos dicen desde la Unión Europea, la ONU y los informes científicos, de que estamos ante una emergencia climática, aunque haya quien lo niegue. También hay personas que dicen que la Tierra es plana. Pero como gobernantes no podemos escuchar a esa gente. Debemos ir de la mano de la ciudadanía, pero también de la ciencia y el conocimiento. Hace años tampoco teníamos el hábito de reducir el consumo de agua ni de reciclar.

-¿Cómo se mueve por Gijón?

-Casi siempre andando. El coche de trabajo sí me recoge si tengo que desplazarme lejos, por ejemplo al parque científico. Y el mío particular puedo cogerlo si salgo de Gijón o cuando voy a hacer compras grandes.

-¿Le ha puesto la etiqueta ambiental?

-No tiene, porque es anterior a 2006. Y tengo que aparcar en parking.

-¿Prevé cambiarlo?

-No. De hecho, la decisión que he tomado es deshacerme de él. En unos meses lo voy a llevar a un desguace. Ya no quiero tener coche. Voy andando y usaré otros medios.

-¿Saben ya cómo afectará la inflación a las arcas municipales?

-Seguramente tengamos que hacer una regularización más avanzado el ejercicio, pero es pronto para hacer estimaciones. Lógicamente, todo está subiendo y eso nos repercute negativamente, como a todo el mundo.

-El año pasado la subida de los materiales paró los proyectos para barrios degradados. ¿Cuándo se retomarán?

-Ya están prácticamente terminados todos los procesos administrativos y en un plazo muy corto saldrán las licitaciones.

-Tampoco se ha aprobado ninguna nueva ayuda a fachadas en este año...

-Porque Foro dejó una deuda de 72 millones que no podemos afrontar de una tacada y ahora el compromiso era actuar en Inuesa, Portuarios, Montiana y Contrueces. Lo que no podemos es seguir haciendo una bola que crece y crece y no se resuelve nunca. Teníamos que empezar a pagar lo que dejaron sin pagar, y resolver lo que dejaron sin resolver.

-A un mandato atípico, con pandemia, crisis de materiales e inflación, Gijón sumó un 'hackeo'. ¿Qué rescate les pidieron?

-El Ayuntamiento no ha pagado ni un duro. Y a pesar de la gravedad de lo ocurrido, tuvimos suerte porque afectó a un número pequeño de documentos y a nada que no fuera ya público. La gente dirá que estuvimos mucho tiempo parados, pero en otros sitios tardaron seis meses en solucionarlo. Hemos aprendido una lección y se han endurecido las medidas de seguridad. Reconozco que son molestas, porque tenemos que estar autentificándonos continuamente, pero tenemos que aprender a convivir con ellas.

-La ministra de Transportes prometió «buenas noticias» en breve sobre el vial de Jove. ¿A usted le han llegado?

-Sí. Su objetivo es licitarlo en los próximos meses. Y confío en la ministra, que es una mujer sólida y seria. Al igual que en el secretario general. También está cada vez más próxima la contratación del proyecto base de la estación intermodal y de los proyectos constructivos de las piezas del plan de vías.

-Redactarlos llevará dos años. ¿Habrá algún avance mientras?

-Que haya gente haciendo esos proyectos yo lo llamaría un avance, y significativo. Es más, creo que hay un antes y un después. Pero también se va a encargar el plan de viabilidad para empezar a buscar financiación cuando el proyecto constructivo esté avanzado.

-IU es partidaria de acortar esos dos años.

-Los plazos los fijan quienes saben. En el pozo de tormentas de Hermanos Castro, no sé si por acelerar plazos, el proyecto quedó mal definido y ponía en riesgo incluso los edificios cercanos. Mejor no poner en riesgo nada.

-¿Cuándo saldrán de nuevo a la venta los terrenos del 'solarón'?

-Tiene que decidirlo Gijón al Norte. Pero que el estudio de la estación intermodal fije su ubicación en Moreda también permite empezar a actuar sobre más terrenos.