El Antiguo Instituto renovará su techumbre para evitar filtraciones

El Ayuntamiento de Gijón ha elaborado un proyecto de rehabilitación, conservación y mantenimiento integral del sistema de cubiertas del Centro de Cultura Antiguo Instituto. Supone una inversión de 2.553.618 euros, que se ha presentado a los fondos Next Generation para su financiación, y el principal objetivo es evitar las filtraciones de agua que se producen en su techumbre, así como mejorar el aislamiento y la accesibilidad en los baños.

Este edificio está calificado como bien de interés cultural y tiene un uso muy denso, además de ser sede de la Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular. Su construcción comenzó en 1797 y desde entonces tuvo una ampliación, en 1885, y una rehabilitación integral, entre 1991 y 1994. El principal problema es que tanto en el techo de teja como en la cubierta acristalada del patio central se producen reiteradas filtraciones que tienen relación directa con los temporales de viento y lluvia. Las tejas se desplazan y el acristalamiento ha perdido su poder aislante. Todo ello «hace necesaria una actuación urgente que resuelva la impermeabilidad de la cubierta de forma duradera», según el proyecto.

Que la última rehabilitación del edificio date de la década de 1990 también lleva implícito que en la actualidad hay mejores sistemas de eficiencia energética, que se quieren implementar en el inmueble, como aplicar un sistema de fijaciones de las tejas (se prevé aprovechar el 50% de las existentes) que impidan que se desplacen y lleguen a afectar a los tableros de soporte. Además, se aprovechará para mejorar el aislamiento térmico de la cubierta y disponer de un sistema de protección contra el fuego, del que carece en la actualidad. Se tratará además de mejorar el aislamiento acústico de las aulas situadas en la segunda planta, pues hoy en día los tabiques que las delimitan no continúan hasta la cubierta. Para mejorar la eficiencia energética se plantea acometer la intervención en el edificio por fases, priorizando las actuaciones que permitan disponer de una adecuada envolvente térmica que limite la demanda de energía. Después se realizaría una actuación de las instalaciones térmicas que modere el consumo.

Uno de los elementos emblemáticos del edificio, como es la cubierta acristalada del patio, ha visto cómo el tiempo ha provocado la degradación de los vidrios de doble acristalamiento con cámara, así como problemas en la estructura de chapa galvanizada que los sustenta, con numerosos puntos de oxidación y deterioro, y recurrentes entradas de agua. En este caso, la solución que se pretende realizar es la completa renovación de la cubierta acristalada, cambiando los vidrios y la carpintería metálica por un sistema prefabricado de aluminio.

También es importante dotar al edificio de aseos accesibles. Sólo hay uno en la planta baja y se quiere actuar sobre los seis bloques de aseos del Antiguo Instituto para que en cada uno de ellos haya una cabina adaptada para usuarios en silla de ruedas.

Se prevé que se actúe sobre un total de 2.142,66 metros cuadrados y se conservará la tipología propia del edificio, una estanqueidad sostenible, la eficiencia energética de la cubierta, una estructura metálica de cubierta con resistencia al fuego y se mejorará el aislamiento y el acondicionamiento acústico, así como las condiciones de conservación y mantenimiento.

El programa de obra del proyecto prevé que los trabajos de rehabilitación duren un año y se garantizará que al menos el 70% de los residuos de construcción no peligrosos generados estarán preparados para su reutilización, reciclaje y recuperación.