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Ángeles Pollo, Ana González, Carmen Castillo, Berta Piñán, Laureano Lourido, Goretti Avello, Manuel Vallina y Salomé Toral, en la inauguración de la escultura 'Arbolada' en Poniente. JOSÉ SIMAL

«'Arbolada' celebra la vida y la diversidad»

La escultura de Carmen Castillo, que aúna «el calor de la naturaleza y lo sublime de la mar», ya luce en el paseo de Vicente Álvarez Areces

EUGENIA GARCÍA

GIJÓN.

Viernes, 16 de diciembre 2022, 01:18

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Dos figuras femeninas de bronce unen desde ayer el litoral gijonés. Al este, en El Rinconín, la 'Madre del Emigrante', de Ramón Muriedas, con sus 4 metros mira al Cantábrico, la mano izquierda extendida en un gesto desgarrado. Al oeste, en Poniente, 'Arbolada', de 3,5 metros, vuelta a tierra con los brazos en alto, en la izquierda un lazo. «Me enternece y me conmueve, me gusta que a pie de playa estemos representando a damas», reconocía Carmen Castillo en la inauguración de su obra.

Una pieza en la que confluyen dos ideas: «naturaleza y vitalidad», conceptos representados en su título, 'Arbolada'. «Oímos arbolada y todos vemos un grupo de árboles, pero en esta ocasión es una metáfora de cercanía, de origen, de raíz», aclaró Castillo. El otro significado «hace referencia a la mar, a la mar arbolada, que aquí es una metáfora de fuerza y vitalidad en su expresión más salvaje». Así, la pieza «surge en su base con alusiones a la naturaleza para finalizar en un gesto de exaltación, que representa un instante detenido de una acción muy dinámica, como es la mar arbolada». El lazo «quiere simbolizar la fiereza de cuando saltan las olas y la espuma que salpica, un gesto de fiereza de la tierra, la naturaleza, la mujer y la mar». Pero si la 'Lloca' expresa la angustia del adiós, 'Arbolada' es «una celebración de la vida y la diversidad como algo valioso y necesario en nuestra vida y sociedad» gracias al «calor de la naturaleza y lo sublime de la mar».

«Hay hitos que pueden no parecerlo, pero lo son. Este lo es», aseguró sonriente la alcaldesa, Ana González. Con la instalación de 'Arbolada', la segunda escultura hecha por una mujer -la otra es 'En la memoria', de María Jesús Rodríguez, en la plaza de Europa- se empieza a pagar «una deuda, la de la paridad, el reconocimiento de que tenemos grandes artistas, compañeras de viaje que con su sensibilidad nos elevan, nos humanizan, nos hacen mejores». Con 'Arbolada' se recupera, además, «algo que Gijón empezó en los años 80 del siglo pasado: una ciudad con arte urbano, con esculturas diferentes, puras metáforas, puro símbolo de una ciudad haciéndose con la cultura, construyéndose desde la diversidad y reproduciendo toda la viveza y todo lo que Gijón quiere ser». La escultura de Carmen Castillo, aseguró la regidora, «se vuelve a recuperar esa idea del símbolo de la unión de tierra y mar».

Para que ayer por la mañana se instalase 'Arbolada' en el paseo de Vicente Álvarez Areces, precisamente en el barrio donde se crió la escultora, que creció en Marqués de San Esteban, confluyeron muchas cosas y hubo varios cómplices. La primera, Ángeles Pollo Joglar, de la Asociación de Mujeres La Xana, «que me manda unos papeles, me enseña unos bocetos y me dice 'tiene que haberlo'», relató la alcaldesa. Después, el Consejo de Mujeres, «que también se emociona y apoya la idea» y que ayer estaba nutridamente representado en el acto. También el personal de la Oficina de Políticas de Igualdad, «que ha tenido que luchar mucho para que estemos aquí», o el presidente de la Autoridad Portuaria, Laureano Lourido.

'Arboladona'

La consejera de Cultura, Berta Piñán, confesó asimismo que «Carmen y yo falamos en muchos momentos de esta escultura, porque 'Arbolada' tiene que ver con todo lo que dijo, pero también con que Carmen vive como un árbol, 'emboscada', en medio de un bosque». «Yera inevitable que la su obra evolucionara hasta llegar a esto, que ye pura naturaleza, corteza de árbol y raíz que se convierte en algo tan magnífico como esta escultura».

Coincidió con ella la alcaldesa, quien apuntó que «el bosque de Carmen nunca es fiero, tenebroso u oscuro: siempre anima, siempre acompaña y acoge: así es Carmen y su obra». La artista, emocionada, confía en que 'Arbolada' dé mucho juego». «Me gustaría hacer hasta un librito recogiendo los nombres que le pongan. Por la mañana, cuando la estábamos instalando, ya empezaron a decir 'Arboladona'... Y me encantó».

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