Aroma de manzana en empanadas, quesos, jabón, ginebra y vermú

Cuando todo parecía estar medio hecho con un producto a priori tan cotidiano como una manzana, llega El Molín del Nora con ginebra, a la que le añade zumo de la fruta, a revolucionar los digestivos. Y no solo eso, sino también vermú, acompañado por un par de hielos y un trozo de manzana deshidratada. Así lo sirve Álvaro Díaz en el mercado de la XXVIV Fiesta de la Sidra Natural, instalado entre la plaza Mayor y los Jardines de la Reina. «Este año no hemos traído novedades, pero estamos proyectando cosas nuevas a raíz del vermú que iremos desvelando con el tiempo», confesó Álvaro con aires de misterio.

Pero un buen vermú no puede tomarse sin un suculento bollu preñau de chorizo a la sidra o una porción de empanada de pollo con manzana, entre los ejemplos de productos que llevó Santiago de la Fuente en nombre del obrador San Cosme. Aunque su producto estrella es más bien un postre: los Gijonudos. Tal y como explicó, «los tenemos registrados, están hechos a base de manzana, almendra y nuez».

Otra delicia que ofrece este obrador es la Mallada: «Un hojaldre relleno de queso de cabra y manzana. Se sale de lo habitual».

Siguiendo la ruta alimentaria, uno se topa en este mercado de la tierra con Esther Rodríguez, empleada de Los Caserinos, empresa de productos lácteos artesanales de la región. Ofrecen queso macerado en sidra, arroz con leche con sirope de manzana y su producto estrella, ganador el año pasado del premio a la innovación, el yogur, también con sirope de manzana. «Tuvimos un queso azul, también a la sidra, que ya el primer día se agotó», resaltó Esther.

Para saciar la sed en los días de calor que acontecen, qué mejor que la sidra del Llagar de Bernueces. Carmen Cid sirve, sobre todo, sangría bien fresca y también algún que otro granizado. Para los más pequeños la gente se llevan sidra dulce. Según Cid, en los días de mercadillo que llevan «pasan muchos turistas preguntando cómo se bebe la sidra dulce. Veo mucha gente de fuera, pero españoles, este año». La bisutería, en cerámica y plata, es muy típica de este mercado. Pablo Redondo, de Asturias Plateada, elabora sus creaciones con formas de manzana y otros símbolos asturianos como hórreos o botellas de sidra, también muy demandados.

Luis Sánchez, de Oleum, llevó este año la innovación en forma de vela: de soja y con aroma de manzana. «Duran muchísimo más que las de parafina y no emiten humo», resalta. Tiene, además, un jabón hecho con un 23% de sidra «muy espumoso», entre otros muchos productos.