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Las marquesinas llevarán una pegatina más grande de 'no fumar' para evitar que se sigan cometiendo infracciones en su interior. J. C. TUERO

El autobús se espera sin humos

Muchos desconocen la ley y se escudan en que «son espacios abiertos». Piden que «se informe mejor», pero creen que «seguirá sucediendo» EMTUSA colocará nuevas pegatinas de 'no fumar', más grandes, en las marquesinas

MARLA NIETO

GIJÓN.

Domingo, 2 de febrero 2020, 00:55

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No está permitido fumar en las marquesinas si están cerradas por tres partes y, además, tienen techo. Así lo dice la Ley 42/2010, de 30 de diciembre, por la que se modifica la Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco.

Esta prohibición se refleja en las propias paradas del autobús urbano con un pequeño dibujo incorporado sobre el plano de los recorridos y enlaces. Pero se trata de una imagen tan pequeña que pasa inadvertida para los ciudadanos, muchos de los cuales tampoco conocen esta ley en profundidad. Natalia Menéndez, una de las administrativas de la Empresa Municipal de Transportes Urbanos (EMTUSA), asegura que «no debería ser necesaria ni la pegatina, es algo que la gente debería saber».

Aún así, y para evitar que la gente siga cometiendo esta infracción, esta empresa municipal va a sustituir la actual imagen referente a la prohibición de fumar por «una pegatina redonda de unos diez centímetros de diámetro. Es el típico diseño de 'no fumar' que hay en todos los establecimientos y zonas donde no está permitido».

Los ejemplares «ya están terminados, ahora solo nos queda entregárselos a la empresa de mantenimiento para que los coloque. Estamos valorando el sitio más adecuado para ponerlos, de manera que no afecten de ningún modo al mobiliario de las marquesinas». El material de estas nuevas pegatinas es «vinilo, un material resistente con el que evitar actos vandálicos, para que no las puedan quitar ni estropear».

A pesar de que lo dice la ley, se sigue fumando en las marquesinas por desconocimiento de la misma. Y si la Policía Local encuentra a alguien haciéndolo podría sancionarle con una multa de entre 30 y 600 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción.

Información difusa

Los gijoneses explican sus situaciones personales con respecto a fumar en las marquesinas. Muchos tienen información difusa al respecto. A la estudiante Lucía Murillo no le molesta el humo cuando espera el autobús. «Veo mucha gente hacerlo, pero no me paro a pensar en que está prohibido. Algo había escuchado de que si no tienen una determinada altura, o algo así, no se puede fumar en su interior, pero no lo veo señalizado en ningún sitio de forma clara», apunta.

«Soy fumadora y esto está al aire libre, no tapado. Las marquesinas no son recintos cerrados», manifiesta por su parte María Bajo. De todos modos, asegura que «si hay gente en ellas no me pongo al lado, y mucho menos si hay niños. Pero si no hay nadie, ¿por qué no? Entiendo que no esté bien hacerlo cuando somos muchos esperando el autobús. Aunque hay a quienes les da igual que haya menores y echan una humareda tremenda». Con respecto a la señalización de que no se puede fumar, Bajo pide «que pongan una pegatina que se vea. Que informen bien de las cosas. De la misma manera que ponen la publicidad siempre enorme, que adviertan de las cuestiones importantes también a lo grande».

Maribel Bárcena, que suele coger el autobús en la parada de El Humedal, cuenta que hace unos días escuchó «a una señora decirle a una chica que estaba fumando en el interior de una marquesina que no se puede. Yo misma fumo, y muchas veces no me doy ni cuenta de que estoy haciéndolo dentro de la marquesina. Creo que la gente empezará a concienciarse. Y es lo que tenemos que hacer. A ver si conseguimos disminuir la contaminación de la ciudad».

«¿Pone que está prohibido?», pregunta la gijonesa Marta Martínez. «Ni lo había visto. Me parece bien, aunque creo que hay cosas que contaminan mucho más y en las que deberían centrarse. Yo vivo en la zona de El Lauredal y es horrible, no hay quien respire. Eso sí que deberían controlarlo», reclama.

Gumersindo Sánchez se muestra poco optimista: «Creo que aunque pongan las pegatinas enormes, la gente seguirá fumando. Hay muchos que saben que no se puede y siguen cometiendo esta infracción. Y cualquiera les dice algo.... Les sienta mal y crean disputas».

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