La Autoridad Portuaria, a un paso de vender su antigua sede a Abba Hoteles
La cadena ofreció más de tres millones por el inmueble del Muelle en la subasta organizada en 2018 que el TSJA obligó ahora a reabrir
R. MUÑIZ
GIJÓN.
Martes, 22 de septiembre 2020, 00:30
Miramar Apartamentos S. L., sociedad vinculada a la cadena Abba Hoteles, está a un paso de hacerse con el edificio que albergaba la sede de la Autoridad Portuaria en la calle Claudio Alvargonzález 32 y 34. Un giro judicial va a propiciar que el consejo de administración del ente portuario analice una propuesta para vender el inmueble por poco más de tres millones (impuestos excluidos), todo ello en base a una oferta formalizada hace dos años.
Si no hay sorpresas, se pondría así fin a una operación iniciada en 2015. Por entonces, la Autoridad Portuaria convocó una primera subasta por el histórico inmueble. Pedía un mínimo de unos 3,8 millones por una construcción que cumple ahora 111 años. Tiene 1.720 metros cuadrados de terreno, con cinco plantas y dos garajes. «La situación es privilegiada, en la esquina del Puerto Deportivo con vistas sobre el mismo y sobre el mar», describía el pliego.
En buen estado y ya vaciado, el lugar atrajo la atención de la cadena NH, que planteó convertirlo en un hotel de cinco estrellas. El problema es que la empresa hizo sus cálculos en base a un alquiler, y la Autoridad Portuaria lo que viene es planteando la venta del inmueble para hacer caja. La normativa portuaria actual le obliga además a desprenderse de todos los activos que no estén vinculados a su actividad directa.
Así las cosas, el primer intento de enajenación acabó sin propuestas que cumplieran las exigencias del concurso.
Puertos del Estado comunicó entonces a El Musel que era de aplicación el principio de subasta sucesiva, esto es, que debía ir actualizando el precio hasta dar con un comprador que diera aire a sus finanzas. En 2018 se volvió así a probar suerte, aplicando una rebaja del 15% al valor anterior. El precio de salida se situaba en los 3.043.000 euros (3,6 millones contando los impuestos).
La tasación utilizada en la enajenación, firmada por Tinsa, respalda el cálculo estimando que el uso final será el de «oficinas y vivienda principalmente». Tras un estudio de mercado, supone que el comprador podría despachar luego todos los pisos en un plazo de entre 6 y 24 meses dada la «situación actual, con muy poca demanda». Poner esas viviendas en alquiler «no tendría buena aceptación en un mercado que, dada la ubicación del inmueble, estaría más orientado a la compra que al alquiler», matiza el documento.
«El único uso alternativo que se considera sería el de un hotel», opción para lo cual el tasador piensa en un cuatro estrellas, ya que «diferentes estudios realizados en la ciudad y en la región han desestimado la oportunidad de los hoteles de cinco estrellas por su rentabilidad». Con estas condiciones se hizo el concurso de 2018 y dos cadenas hoteleras acudieron al mismo: Santiarti y Abba (a través de su filial Miramar).
La Abogacía del Estado terminó descartando ambas, la primera aduciendo que no cumplía las condiciones urbanísticas requeridas, la de Miramar al entender que no había depositado la fianza de 152.150 euros en el plazo requerido. La Autoridad Portuaria llegó a anunciar que haría una tercera subasta. No hizo falta. Miramar recurrió al Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que tras examinar el expediente concluyó que en efecto al aspirante no le había vencido el plazo cuando puso la fianza. Ayer se abrió el sobre con la propuesta económica de hace dos años. Al cumplir con los requisitos, la mesa propone se le adjudique el inmueble.