«No podemos colocar trampas contra la velutina en fincas privadas»

La Concejalía de Medio Ambiente rechazó ayer con rotundidad las acusaciones de no haber colocado trampas contra la avispa asiática (Vespa velutina) en la zona rural ni colaborado con las asociaciones vecinales afectadas, tal y como había indicado el presidente de la federación Les Caseríes, Miguel Llanos.

Según se explicó desde el Ayuntamiento de Gijón, en 2019 ya hubo una primera reunión en la sede de la federación para abordar las campañas de trampeo de esta especie invasora. Es más, apuntan que se hizo una jornada formativa que corrió a cargo de Juan Bravo, profesor del instituto de Luces (Colunga). A las asociaciones se les ofreció formación, información y asesoramiento a demanda. Pero la llegada de la pandemia sanitaria en 2020 hizo que ninguna parroquia se pusiera en contacto con los responsables de Medio Ambiente. Sería al año siguiente cuando personal de la concejalía visitó las 13 parroquias y se les propuso nombrar un coordinador que sirviera de enlace entre cada asociación y Medio Ambiente. El contacto entre las partes continuó durante la primera quincena de abril de este año, aunque de manera telefónica, con esos 13 coordinadores.

Desde el Ayuntamiento se asegura que en las próximas semanas se volverán a realizar visitas a todas las asociaciones para retomar el asunto de la formación, ya que, según el contrato firmado con la Unión de Cooperativas Forestales de Asturias (Ufoca), ha de impartir ocho horas de formación cada año. La propuesta que hará Medio Ambiente será distribuirlas en cuatro jornadas de dos horas.

La concejalía apunta que siempre contó con la colaboración de Les Caseríes y su anterior presidente, Manuel González-Posada. Sí se reconoció, no obstante, que ha podido haber un problema a la hora de introducir los vecinos los datos en la aplicación AvisApp, dependiente del Principado.

Lo que pretende la Concejalía de Medio Ambiente es proporcionar el máximo material informativo a las asociaciones vecinales, así como plantear la posibilidad de hacer cursos formativos sobre cómo hacer trampas y elaborar los atrayentes para capturar las avispas asiáticas.

Pero si algo tiene claro Medio Ambiente es que «no podemos bajo ningún concepto entrar en fincas privadas para colocar trampas. Lo tenemos que hacer en fincas públicas». Este año fueron 350. Pero sus responsables inciden en que esa labor ha de ser complementada por las trampas que puedan colocar los vecinos en los terrenos de su propiedad. Aunque las trampas son fáciles de hacer, «puede haber gente que nos pida que se las facilitemos y eso es algo que se puede estudiar, ya que cada trampa cuesta 0,50 euros y no supone mucho», remarcan desde Medio Ambiente.

Lo que ha llamado la atención en el Ayuntamiento es la rotundidad de las quejas del presidente de Les Caseríes. «Con la anterior directiva hubo colaboración y complicidad, lo cual agradecemos. Esperamos que las siga habiendo con la directiva actual». De cualquier modo, Medio Ambiente tiene previsto concertar una reunión entre las partes en las próximas semanas.

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