El Ayuntamiento de Gijón admite que no podrá salvar todas las palmeras canarias afectadas por el picudo rojo

En el concejo de Gijón existen unas 4.300 palmeras censadas, de las que 496 son de titularidad municipal. De éstas, 251 son de la especie 'Phoenix canariensis', que se está viendo duramente afectada por la plaga del picudo rojo, tal y como avanzó EL COMERCIO. Hasta el momento, ya hubo que talar unos 55 ejemplares, ya que los daños ocasionados por este escarabajo los hacía irrecuperables. El Servicio de Parques y Jardines, comandado por Marta Nosti, viene trabajando en una posible solución desde hace varios años. El especialista arborista del servicio es Sergio Rodríguez y uno de sus trabajos este tiempo consistió en ver qué producto fitosanitario era más efectivo contra esta plaga.

Uno de los aspectos sobre los que llama la atención es que «tenemos unas 250 palmeras canarias de titularidad municipal, que son menos del 10% de la población total». Eso sí, reconoce que es un problema «muy difícil de controlar», a pesar de que establecieron una red de trampeo para ver cómo se comportaba el picudo rojo en el concejo, contaron con asesoramiento externo para hacer este trabajo y, finalmente, se estableció un protocolo de actuación.

Pero a partir de 2022 se produjo el gran 'boom' de la incidencia del picudo rojo en las palmeras canarias de Gijón, concretamente en el parque de Las Palmeras, en Contrueces. Según la categoría de los ejemplares y su grado de afección se implementaron distintos tratamientos. «A unos 60 considerados ejemplares singulares se aplicaron inyecciones de emamectina una vez al año y se reforzó con un tratamiento de ducha con otro producto. A 123 palmeras notables, que no estaban afectadas, se les hizo un tratamiento más conservativo con otro producto (acetamiprid), más las duchas, al igual que a las palmeras comunes», explicó Sergio Rodríguez. El resultado fue dispar, pues «del tratamiento de las 123 vimos que en octubre en torno a 50 ejemplares estaban afectados, es decir, los resultados eran peores de lo esperado. Pero de las otras 60 palmeras, ninguna presentaba daños».

La planificación para este 2024 está clara. Se talarán todos los ejemplares que se encuentran en una situación irrecuperable, como es el caso de las palmeras que están siendo cortadas estos días en el parque de Isabel la Católica, y «vamos a tratar todo el palmeral con emamectina y aplicarles duchas trimestrales en la época de verano», indicó Rodríguez.

Este trabajo se está llevando a cabo gracias a que desde 2018 se cuenta con un catálogo de todas las palmeras existentes en el concejo. Esto ayudó también a realizar un trampeo para analizar los vuelos de estos escarabajos, que en buenas condiciones de viento pueden alcanzar los ocho kilómetros. «El clima de Gijón es favorable para que la población de picudo rojo aumente y, además, se va desplazando por la zona litoral. Llegó desde Oporto y Galicia, pasando a Asturias y ahora está llegando a Cantabria. Al País Vasco aún no llegó, pero ya se están preparando», manifestó Sergio Rodríguez, quien aseguró que «vamos a intensificar el esfuerzo con las palmeras que están enfermas, pero un tanto por ciento de la población morirá. Intentaremos que sean las menos posible. No hay certeza de que todas las dañadas se vayan a salvar», apuntó.