Se busca mecenas campestre
Manuel Chacón inventó una máquina para las labores agrarias y necesitaba financiación para lanzarla al mercado
Labrador reconvertido a mecánico, de 72 años e inventor.Ese era el perfil de Manuel Chacón, a quien tal día como hoy de hace cincuenta años le dedicaba ELCOMERCIO un extenso reportaje para promocionar su búsqueda de mecenas. Cordobés, aunque «gran enamorado de Asturias», Chacón se había presentado en la redacción del periódico para enseñar su última invención: «Una máquina que ejecuta las faenas del campo, principalmente las de invierno, en las que al tractor le resulta más difícil la labor».
No era moco de pavo el tiempo de elaboración y mejora de la máquina de Chacón: doce años, desde 1960, llevaba en la faena. «Tengo un pequeño taller en Córdoba, y allí fui año tras año perfilando esta máquina que considero de gran utilidad para el campo. Me llevó mucho tiempo terminarla porque los medios económicos no eran fuertes, y había que ir adaptándose al dinero existente». Por eso ahora el cordobés, en 'tour' por provincias, buscaba mecenas.
«Tengo una película filmada en color, a disposición de cualquier persona o entidad que esté dispuesta a construir la máquina en serie». Económica y simplificada al máximo, según su creador, la máquina no había tenido una génesis barata. «Gasté más de 200.000 pesetas en el invento y no puedo seguir. Quien esté interesado por la máquina, puede previamente contemplar la película que tengo filmada».
En Juan Alvargonzález
No así rastro alguno de su paso, que estuvo a punto de ser, por la Feria Internacional de Italia. «No fui a causa de una enfermedad, y también motivado a que la máquina más que de exhibicion es propia para demostraciones agrícolas». En el número 6 de Juan Alvargonzález, Chacón daba razón para atender «cuantas peticiones se me hagan».
«Yo estoy seguro de que el éxito está asegurado», afirmaba el cordobés. «Esta es la noticia que nos deja don Manuel Chacón para que la divulguemos», cierra el reportaje que hoy cumple el medio siglo. «Bien veremos si aparece ese mecenas que se interese por la máquina en la que ha puesto toda su ilusión y todo su saber». ¿Llegaríamos a verlo?
