Cabueñes ampliará las urgencias pediátricas

El coronavirus obliga a actuar con rapidez y, sobre todo, a reinventarse. El Hospital de Cabueñes no ha podido esperar a la puesta en marcha de su gran proyecto de ampliación, el que le dotará de un nuevo edificio, de más quirófanos y aparcamientos, y ha tenido que iniciar unas obras que le permitan ganar espacio para la atención de los pacientes que acuden a urgencias. El incremento de metros cuadrados disponibles no surge con la intención de atender a un mayor número de enfermos (el pasado año pasaron por el área de adultos 102.500 personas) sino ante la necesidad de crear circuitos diferenciados para pacientes sospechosos de sufrir COVID y los que no.

En un principio, las obras de ampliación de las urgencias, que se iniciaron en junio pasado, se centraban exclusivamente en la zona de pacientes adultos, pero el hospital (pediatras y gerencia) ha considerado necesario extenderlo también al área infantil. Así lo avanzó a EL COMERCIO, el gerente del Área Sanitaria V, Manuel Bayona, quien señaló que las urgencias pediátricas «también se ampliarán para poder disponer de un circuito diferenciado para la atención de enfermos respiratorios». De esta forma, una vez culminen estos trabajos, los niños que acudan a las urgencias de Cabueñes y presenten síntomas de afecciones respiratorias, entre las que se incluye la sospecha por coronavirus, «tendrán su propia sala de espera y de consulta».

El área de pediatría del hospital gijonés, por donde pasan al año 19.500 menores, es otro de los departamentos que sufrirán una importante transformación con la ambiciosa ampliación proyectada para Cabueñes. Sin embargo, la irrupción de la pandemia ha obligado al centro sanitario a anticiparse y proceder a su reforma (de menor alcance) de manera inmediata.

En cuanto a la reforma de las urgencias de adultos, un proyecto que ha requerido de la inversión de 250.000 euros, se prevé que las obras concluyan a principios de septiembre. La nueva zona se ubica en la planta cero, un área contigua a las urgencias actuales, en un espacio donde hasta la fecha había consultas de ginecología, oftalmología, otorrinolaringología y cirugía general.

Con la reforma, las urgencias del hospital pasarán a disponer de 15 camillas más así como tres sillones. El nuevo bloque, que suma 230 metros cuadrados, será destinado a pacientes sin síntomas de coronavirus, mientras que la zona actual de las urgencias se dejará en exclusiva para enfermos con sospecha de COVID.

Según detalló Bayona, la ampliación la zona de Urgencias busca «garantizar la seguridad de los circuitos sanitarios que se establecieron en el hospital gijonés desde el inicio de la pandemia. Tanto para los pacientes como para los trabajadores». La reforma se inició el pasado 19 de junio y se espera termine el 9 de septiembre. La rapidez era uno de los requisitos de quienes se hicieran cargo del proyecto, «ya que tenía que estar listo para el otoño», cuando se prevé que la carga asistencial se incremente.

Actualmente, el área de urgencias para pacientes adultos de Cabueñes dispone de dos zonas: una con siete boxes cerrados lateralmente y otra sala de observación que permite la ubicación de otros 15 puestos. Con la ampliación se dispondrá de 37 boxes en total. A esto se suma la unidad de 24 horas habilitada en el primer subsuelo.

Una vez finalice la reforma de esta zona, detalló Bayona, el hospital podrá recuperar la planta 0 y las camas que durante la pandemia se destinaron a atención de pacientes de coronavirus y que ahora están adscritas temporalmente a urgencias.

Los quince puestos de las nuevas Urgencias contarán con monitorización centralizada (en la zona actual solo hay seis con estos equipos).

La dotación tecnológica se completará con carro de paradas con desfibrilador y marcapasos externo, electrocardiógrafo, robots de constantes vitales, ecógrafo y calienta sueros y respirador.

El mobiliario será totalmente nuevo y los cabeceros dispondrán de barra técnica. También se contará con zona de control de enfermería, baño asistido, aseo de personal, una consulta polivalente con aseo y área de trabajo médico.

El gerente del Área Sanitaria V destacó que «contar con más espacio para la atención de los pacientes es un plus de seguridad tanto para los enfermos como para el personal que trabaja en el hospital». Bayona indicó que durante la primera fase de la pandemia «el hospital no llegó nunca a saturarse y las urgencias, tampoco».

También está mostrando buen comportamiento el hospital tras la retirada de las camas supletorias, una de las constantes reivindicaciones de la plantilla. «La idea es mantenerla y no tener que volver a instalar tres camas en una habitación», abundó.