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La cocina del Hospital de Cabueñes se prepara para los menús especiales por las fiestas. TAREK HALABI
Cabueñes sirve «alegría» con el menú en Navidad

Cabueñes sirve «alegría» con el menú en Navidad

Al menos trescientos hospitalizados tomarán platos con más color, ingredientes especiales y dulces navideños, que preparan 48 personas

AIDA COLLADO

GIJÓN.

Lunes, 24 de diciembre 2018, 04:58

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Casi siempre, la estancia en el hospital es un trago amargo. Es difícil que el dolor, a veces, la preocupación, otras, o el mismísimo fastidio no se filtren a la garganta y permitan disfrutar del trabajo del equipo de cocina. Pero las 48 personas que trabajarán estas fiestas -de un equipo de 61, que suman 56 cocineros y pinches, tres dietistas y dos administrativos- para dar de comer a los ingresados hacen siempre un esfuerzo especial en Navidad. Este año, volverán a llenar al menos 300 bandejas -la gripe puede que se encargue de elevar esta cifra- con algo más que comida. «Al final, llega un poco de alegría», acompañada de tarjetas de felicitación, que muchas veces vuelven a la cocina con mensajes de agradecimiento.

La logística es más complicada de lo que podría parecer y requiere de previsión y trabajo. Lo primero, explica la gobernanta María Jesús Couceiro, es «evaluar lo hecho en años anteriores, si ha gustado o no, si contábamos con los víveres del tamaño y la calidad adecuados, si deberíamos hacer alguna modificación». Y lo segundo es ponerse manos a la obra: «Le pedimos a los proveedores con mucha antelación la lista de precios de lo que queremos. Alguno de los productos que no se sirven de manera habitual puede ser difícil de conseguir». Los cocineros suelen pedir alguna muestra, para comprobar antes de las fechas más señaladas la calidad del producto.

El resultado se ve en un plato «con más color», decorado y que incluye más delicatessen de lo habitual en un hospital, entre las que no faltan el turrón y los polvorones. Estas comidas son especiales para todos. Los que tienen pautada una dieta terapéutica -ya sea blanda, líquida o turmix- también disfrutan de los cambios, adaptados a sus necesidades.

Cabe recordar que el Hospital Universitario de Cabueñes cuenta desde hace tiempo y a diario con menús opcionales para sus pacientes. Cada tarde, una dietista recorre las diferentes platas ofreciendo a las personas con dieta basal distintas opciones para elegir.

La diferencia, en Navidad, es que como ya ocurrió con las celebraciones del cincuenta aniversario, este año, en algunas ocasiones el personal del hospital tiene que salir de sus muros a comprar el producto deseado. Una de las cosas más difíciles de conseguir son los frutos rojos silvestres para los postres, «ya que los proveedores no suelen saber con antelación si tendrán suficientes».

48 personas son más de las habituales en un turno de cocina. «Intentamos que haya más gente porque es un trabajo muy laborioso», explica la gobernanta.

Esta noche se servirá crema de calabaza con crujiente de ibérico, salmón a la ribereña y tarta de queso con arándanos. Mañana, para comer, habrá sopa del Cantábrico, carrilleras al vino tinto y copa helada de vainilla y chocolate. Y una sorpresa: los bomberos de Gijón escoltaran a Papá Noel en una visita al hospital. En Nochevieja, vichyssoise, pixín, tarta San Marcos y uvas. El Año Nuevo comenzará con marmitako de langostinos, bacalao con gulas y copa helada de vainilla y caramelo. Y los Reyes traerán bajo el brazo bisque de langostinos, pitu caleya y tiramisú. En una fecha aún por determinar durante esta semana, los jugadores del Sporting harán acto de presencia en el centro. Y cada día habrá, también, productos típicos navideños para endulzar la que, sin duda, es una experiencia.

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