Cacerolada en Nuevo Roces por la apertura impuesta a los bares

El sonido de las cacerolas se adueñó ayer al mediodía del barrio residencial de Nuevo Roces. Ataviados de riguroso negro todos los hosteleros que tienen allí bares, cafeterías y restaurantes dieron rienda suelta a su protesta contra las medidas decretadas por el Gobierno central para la apertura del sector hostelero en las sucesivas fases de desescalada. Además, contaron con el apoyo solidario de algunos comerciantes del barrio y también de algunos vecinos desde sus ventanas. Todos ellos, claro está, cacerola en mano.

Los hosteleros convocantes que hablaron en representación de su colectivo fueron los dueños de Suspiria Coffe & Drinks y el gastrobar Ítaca. Aseguraron que la situación que atraviesan es dramática y piden que les dejen abrir y piden que les dejen abrir con aforos mayores de los previstos. El 50% que se les permite ahora a partir del día 11, cuando está prevista la apertura de las terrazas hosteleras, aún les parece insuficiente.

En otros barrios como El Natahoyo y La Calzada las protestas se han visualizado empapelando locales con la leyenda 'Se traspasa' en algunos casos y en otros con frases que expresan el malestar hostelero actual.