Un cáliz con disparo de bala, «testimonio de la persecución» en Irak
Hallado en 2014 tras la entrada de una milicia en un templo cristiano, fue mostrado ayer en la Iglesiona y en El Coto
Un cáliz con un disparo de bala del Estado Islámico recorrió ayer varias parroquias de la ciudad por ser un «testimonio de la persecución a los cristianos en Irak». Fue en 2014 cuando una milicia profanó, hasta su derribo, el templo cristiano de la región de Qaraqosh. Días más tarde un sacerdote lo encontró, y lo convirtió en un símbolo que desde entonces recorre las parroquias cristianas del mundo.
Ayer, sin ir más lejos, fue expuesto a los asistentes a las misas de las 8.15 y las 12.30 horas en la basílica del Sagrado Corazón de Jesús, la Iglesiona, donde se celebró una misa «por los cristianos de Irák, que muchos de ellos perdieron su vida por la fe en Dios», apuntó Manuel Montes, rector del templo gijonés.
El cáliz, tras ser cedido a la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, ha recorrido numerosos países. Además de La Iglesiona, estuvo presente en la parroquia de San Nicolás de Bari, en El Coto, en la misa de las 19 horas. Allí, tras la celebración, los feligreses pudieron ver de cerca la pieza.
A Gijón lo ha traído José María Fernández, voluntario de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada en Asturias. «El cáliz se utilizaba en las celebraciones en Qaraqosh, en la Llanura del Nínive, antes del asalto del Estado Islámico, que derribaba cruces y atacaba lugares sagrados», explicó Fernández a los feligreses más curiosos.
También en San José
El tiroteado cáliz de Qaraqosh también estará en Gijón los días 31 de agosto y 1 de septiembre, en la iglesia de San José. Asimismo se mostrará en Carreño y en Villaviciosa. Su periplo por tierras asturianas concluirá en la basílica de Covadonga, donde Sergio Martínez ejerce de nuevo abad desde hace un mes y medio.
