«Les das un caramelo y luego se lo quitas»

«Abren, cierran, abren y cierran...». Así se lamentaba ayer Martina Arteaga, de 4 años, cuando supo que su incursión en la zona de juegos del parque de Begoña no se volvería a repetir hoy. Su madre, Elena Arteaga, entendía la medida del Ayuntamiento al «dar marcha atrás» en desprecintar las zonas infantiles por motivos de seguridad, aunque, como otras madres y padres, no la aceptó del todo.

«Creo que igual tomaron una decisión precipitada. Habrá que dar marcha atrás si es por el bien de todos y esperar otra semana más. Pero, por otro lado, todos podemos ir a tomar copas con algunas limitaciones. Hay medidas incoherentes», comentó Arteaga con resginación.

Áurea Pérez y su hijo Enzo Costales, de 4 años, disfrutaban ayer de su primer día de juego n el parque de Begoña cuando se enteraron del cierre. «Me parece fatal. Les das un caramelo y luego se lo quitas. Es el primer día que venimos... ¡Mira que tenía yo pensado esperar porque no nos fiábamos!», lamentó Pérez, para quien esta medida es «otro batacazo más» para los niños, «sobre todo para los más pequeños».

Mientras terminaba de comer un pastel con su hijo, Pérez reconoció que «no queda más que aceptarlo y adaptarse» y a partir de ese momento aprovecharon juntos el primer y último día de parque y juegos hasta el próximo domingo. La pequeña Emma, de dos años y medio, disfrutaba ayer al mediodía de los juegos infantiles junto a sus padres, Marco Vega y Aída Antuña. La niña se resistía a dejar la zona y sus padres trataban de convencerla de regresar en otro momento, cuando se enteraron del nuevo cierre por motivos de seguridad.

«Leí que los habían abierto, pero no sabía que estaban por decidir si los mantenían o no. No entiendo que no podamos venir al parque a jugar con ellas, pero sí al bar», expresó Antuña. Para esta madre, «los niños siempre son los últimos», comentó con indignación.

Ángel Tarno tiene dos hijos de 7 y 8 años. «Desde mi punto de vista no se pensó para nada en los niños durante esta crisis, que si eran contagiosos, que si no... Además, es duro compaginar el trabajo en casa con los hijos», expresó. «Después de tres meses sin venir al parque, hoy (lunes) es la primera vez que venimos y ya nos dicen que vuelven a cerrar», lamentó Tarno, mientras seguía con la mirada anclada en sus dos hijos disfrutando con los juegos.