Caravana kilométrica para entrar a Gijón y aparcamientos llenos desde primera hora

La experiencia es un grado y, más allá de la advertencia hecha por el Ayuntamiento hace unos días. los que ya sabían cómo se pone la ciudad en días como ayer optaron por apurarse en llegar a la ciudad. O, directamente, por esa sana costumbre de no coger el coche para ir hasta el centro, aprovechando el refuerzo de las líneas de EMTUSA.

Aún así, los atascos fueron inevitables. Bastaba ver la cámaras de tráfico, que mostraban en el acceso desde la ronda por Viesques una cola que llegó a ocupar dos kilómetros en plena autovía. Ya dentro, si alguno tuvo la osadía de querer aparcar en primera fila pronto se daría de bruces con la realidad. Ya se había dicho que estaría cortada al tráfico la avenida Rufo García Rendueles. Y desde el sábado no se podían estacionar vehículos en esta zona. Estuvieron también afectadas la avenida de La Salle, Ramón Piquero y Campo Valdés. Los accesos a Cimavilla hubo que hacerlos a través de Óscar Olavarría. Se avisó a los garajes de todas estas áreas que se verían imposibilitados de utilizar los mismos durante el horario de los cortes, aunque nunca suele ser suficiente. Tampoco estaba en uso el carril bici, provocando el malestar entre algunos usuarios. En el caso de los parking, la situación no fue diferente. Los más tozudos dieron vueltas y vueltas por El Molinón o fueron, sin éxito, hasta otros de pago. Lo probable, salvo esa providencial fortuna, es que se encontrasen un cartel de completo.