Borrar
Dos alumnos miran el carril bici desde clase. Al fondo, un grupo de madres, junto a las vallas que separan el centro del carril bici. El patio llegaba antes hasta los árboles. FOTOS JOSÉ SIMAL
Un carril bici atraviesa el patio del instituto Mata Jove
Gijón

Un carril bici atraviesa el patio del instituto Mata Jove

Las bicis pasarán junto a las ventanas de las clases, por un itinerario que cruza, literalmente, el perímetro del centro educativo

Olga Esteban

Gijón

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Viernes, 10 de febrero 2023, 02:53

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Si el objetivo era acercar el carril bici al centro escolar, desde luego que se ha conseguido. Porque más cerca no puede estar. Tanto, que atraviesa su patio y pasa exactamente junto a las ventanas de varias aulas de ESO. El IES Mata Jove tiene, literalmente, un carril bici. O lo tendrá en breve, porque aún está en obras.

El centro se encontró con la 'sorpresa' a la vuelta de las vacaciones de Navidad. Dicen que nada habían sabido del proyecto hasta que, el penúltimo día de clase, se presentaron unos técnicos. La última zona del patio, el espacio que está detrás del edificio del antiguo colegio Lope de Vega, hoy usado por el instituto, había sido 'ocupado' por las obras. Los operarios habían retirado una parte del cierre perimetral del centro para dibujar el camino que en el futuro recorrerán las bicicletas, entre el camino de Los Canónigos y la calle Mata Jove. El centro perdía algunos metros y quedaba, de ese modo, abierto en esa zona y, además, sin protección ninguna ni separación entre el patio y los trabajos del carril bici. Al otro lado, una propiedad privada que no puede ser ocupada.

A partir de ahí, «alucine generalizado» y «flipe total», en palabras de quienes desde hace semanas contemplan las obras desde sus pupitres. Porque la cuestión no es solo que la obra haya 'robado' al centro una parte de su patio (no se quejan por eso, en realidad), sino que el carril pasa justo por delante de varias ventanas de aulas de Secundaria. Ventanas desde las que los alumnos podrían saltar fácilmente al exterior del centro y desde el que ya más de un curioso se ha asomado a seguir las clases.

Las familias del centro se encuentran «desconcertadas» ante una situación que califican de «surrealista». Aseguran que en ningún momento ni el centro ni ellas han sido informadas del proyecto y se sienten «en tierra de nadie» entre las dos administraciones implicadas: el Ayuntamiento de Gijón, propietario del suelo, y la Consejería de Educación, responsable del centro. Muestran además sus dudas por la ocupación de un suelo que, creen, es de uso educativo.

El carril bici, a la derecha, pegado a la fachada del instituto.
El carril bici, a la derecha, pegado a la fachada del instituto.

Sea como fuere, la cuestión es que las obras llevan más de un mes en marcha, con las consiguientes molestias, además. «Ruido constante y distracción para alumnos de una edad ya complicada de por si», lamentan representantes del Consejo Escolar y de las familias. Pero lo peor para ellas son las dudas sobre seguridad. Primero, porque fue el propio centro el que tuvo que pedir que se instalaran vallas de separación con el patio y el edificio, ya que los primeros días ni siquiera había. Por el momento, y a la espera de las definitivas, hay vallas provisionales de obra. Explican incluso que estuvieron días con una de las vallas caída, por culpa del viento. Eso suponía un acceso libre al centro. Además, la fachada del instituto queda ahora completamente accesible y el interior de las aulas se ve desde el exterior, algo que en principio va a ser solucionado. Esperan también las familias que se instale algún elemento que impida que los alumnos puedan saltar desde la ventana al carril (hay muy poco espacio), lo que facilitaría su salida del centro.

Andrea, Mar, Carmen, Sandra y Eli son miembros del Consejo Escolar y representantes de las familias. Más allá de todas las bromas que se puedan hacer sobre lo que consideran una «chapuza», lo que de verdad quieren transmitir es su «desconcierto y preocupación». El proyecto del nuevo carril bici de La Calzada, financiado por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, quería dar servicio a los centros educativos de la zona. Sin duda, al Mata Jove ha llegado.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios