Cartel para las fiestas
Arturo Truan diseñó hace un siglo el reclamo para el verano gijonés, que fue presentado en la primera página de EL COMERCIO
Miércoles, 11 de mayo 2022, 00:43
Era inconfundible. El trazo limpio y estilizado de Arturo Truan se dejó ver hace ahora un siglo en el cartel para promocionar la campaña estival de 1922, en la primera página del diario decano, como merecía la ocasión. «El fino y modernísimo pincel del distinguido y justamente celebrado artista gijonés Alfredo Truan», dijimos por entonces, «ha compuesto para la propaganda de las fiestas veraniegas que este año se organizan, un cartel de delicado y original estilo, separándose de la vulgaridad en esta clase de trabajos». Así podía apreciarse en el grabado mostrado en portada, aunque parcialmente, claro, porque hace un siglo la técnica no daba para más. «Los colores y su acertadísima entonación son algo imprescindible para darnos una idea cabal de la labor meritísima de Truan», pero era imposible de aquella mostrarlos en la prensa periódica.
«El fotograbado», así, «no puede dar más que esa idea simplista, pues el Arte en que rebosa la obra, lo hemos hallado además en la finura y delicadeza de los tonos, y en un cierto aristocraticismo estético, que es el ambiente en que el artista ha envuelto su pensamiento». Un cartel, por ende, de calidad, y, en opinión de EL COMERCIO, importante acierto el de la Junta Permanente de Festejos al «designar a tan notable artista para hacer el boceto del cartel, que a estas horas ya está en las prensas litográficas y que pronto recorrerá España».
Los forasteros se acercarían a Gijón, por medio de la pluma de Truan, como aperitivo para descubrir «las bellezas y temperatura gratísima e inmejorable que Natura nos depara» en Asturias. Si el verano gijonés era tan cálido como los tonos de Truan estaba por ver, aunque casi podríamos asegurar que no sería el caso. En cualquier caso, la rapidez del artista «en confeccionar el cartel anunciador», pocas veces antes ya listo en los primeros días de mayo, no podía por menos de ser una importante prueba «de competencia y entusiasmo». «Que nadie se muestre recio en la ayuda material», rogábamos, finalmente, «que es la base de esa cooperación moral» que también, como el arte, construía el verano 'playu'.