Los centros de salud de Gijón, al límite por la falta de personal y la alta demanda en verano
Puerta de la Villa empieza a realizar consultas telefónicas por la tarde y el resto de centros hacen encaje con un mínimo de tres médicos menos
EUGENIA GARCÍA
GIJÓN.
Domingo, 3 de julio 2022, 04:43
Haciendo encaje de bolillos con los permisos del personal y cruzando los dedos. Así afrontan el verano en los centros de salud de la ciudad, sin personal suficiente para cubrir las vacaciones y bajo la espada de Damocles de una nueva ola de covid. Prácticamente todos los centros de salud de la ciudad tienen que apañarse, de entrada, con tres o cuatro médicos menos a causa de los permisos. A eso hay que sumarle las posibles bajas, aislamientos por contagio de covid y permisos sobrevenidos.
«A la enorme carencia de personal de base y la falta de savia nueva se suman las vacaciones, que los eventuales están cargadísimos de horas y una época en la que de repente aumenta la incidencia de la covid, y con ello el número de personas que se presentan en los centros de salud y el de compañeros que tienen que aislarse: es la tormenta perfecta», describe José Antonio Vidal, secretario general del sindicato médico Simpa. La situación ya era crítica «y se verá agravada por el verano. Seguimos tirando del voluntarismo de la gente».
El viernes en El Natahoyo faltaban tres de diez facultativos; en Puerta de la Villa, cuatro de trece; en El Llano, siete de diecisiete. En el Severo Ochoa de Pumarín faltaban cinco médicos y en Contrueces había tres de diez «y porque hay una residente supliendo a su tutor». Para lograr atender la demanda, planifican los permisos, se reparten las agendas de sus compañeros e incluso comienzan a echar mano de consultas telefónicas para atender la demanda.
«Vamos a cruzar los dedos», dice el coordinador del centro de salud Puerta de la Villa, Antonio Fernández. «Planificamos los permisos vacacionales y ante lo que pueda venir diseñamos la apertura de consultas telefónicas por la tarde, porque al no haber médicos para sustituir los permisos hay que asumir el trabajo como se pueda». El viernes ya comenzaron con las consultas telefónicas que continuarán al menos durante el mes de agosto. Dos de los trece médicos del centro de salud se encontraban de permiso. «Cuando faltan dos es asumible, pero pueden surgir incidencias», señala.
Reconoce el secretario general del Simpa que las consultas telefónicas «no son la solución ideal. Todos querríamos ver a los pacientes, pero ante la sobrecarga y la falta de profesionales hay que dar respuesta. Qué más quisiéramos que poder hacer consultas presenciales, pero es la manera de llegar a más gente».
Pacientes de Madrid
El centro de salud del Parque-Somió es uno de los que más notan la incidencia turística, «tanto de la región como del resto de España, particularmente de Madrid». Su coordinador, Diego Pidal, coincide en que la falta de sustitutos tensará la cuerda aún más, «pero es absolutamente necesario dar descanso a la plantilla, porque la gente está reventada». «Nuestros usuarios lo saben y tienen paciencia», añade, pero este verano probablemente requiera aún más comprensión. «Tenemos muchos pacientes que vienen de lugares muy saturados como Madrid a hacer seguimientos de patologías crónicas, a vacunarse o a hacerse revisiones de pediatría y les estamos diciendo que no tenemos recursos humanos para atender sus patologías». A ello se suma que «estamos prácticamente en la séptima ola de covid, por lo que nunca tenemos clara la plantilla: de los 16 médicos, ahora tenemos tres médicos de vacaciones, pero con otros dos o tres que den positivo...».
La única forma de afrontar la demanda es «realizar un sobreesfuerzo para asumir las agendas de los compañeros». En otoño valoran organizar un plan de seguimiento del paciente crónico y realizar técnicas como cirugías menores y ecografías en horario de tarde, porque ahora «la prioridad es cubrir las mañanas».
Pablo Belderrain es coordinador del centro de salud de El Coto y afirma que, en contra de lo que tradicionalmente argumentan las gerencias para evitar las sustituciones, «nuestra percepción es que no baja la demanda: entre la gente mayor, los que llegan y los que se quedan sigues teniendo los mismos enfermos, patologías agudas, crónicos... y súmale la covid. Todo con los compañeros más mayores y con menos energía».
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