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Avelino Fernández Cocaño, 'El viruta', a la derecha, con el hijo del patrón pesquero que fuera delantero del Sporting José Gutiérrez Mijares. E. C.
Cimavilla pierde a su último redero

Cimavilla pierde a su último redero

Avelino Fernández Cocaño, playu por los cuatro costados, fallece a los 92 años | 'El viruta' fue largo tiempo el hombre de confianza de la flota pesquera de José Gutiérrez Mijares, quien antes sería eficaz delantero del Sporting

A. AUSÍN / J. CUESTA

GIJÓN.

Martes, 11 de septiembre 2018, 01:15

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Nació en el barrio del Carmen el 10 de mayo de 1926, pero cuando tuvo uso de razón estaba ya instalado en Cimavilla. Avelino Fernández Cocaño, a la postre el último redero del barrio alto, destacaría en su periplo vital por muchas cosas, pero no precisamente por su envergadura, de ahí 'El viruta' en una ínsula donde nadie se libra de ser rebautizado. En aquellos años en que la vida giraba en torno al muelle y el puerto local, este insigne playu convertido enseguida en marinero de bajura conformó parte del paisaje más esencialmente gijonés, por el que pululó con un ingenio y una chispa de los que no se olvidan fácilmente. «Era un playu auténtico», rememoraba ayer José Villar, suegro de una de sus sobrinas, quien le visitó aún el viernes pasado en la residencia de Los Campos donde pasó los últimos meses. «Llevaba unas semanas sin apenas comer. Estaba 'acabadín' y hablaba ya muy poco. Se reía aún con lo que yo le decía, pero no dejaba de repetir: 'Yo, ¿qué hago aquí'», rememoraba.

Avelino fue el tercer hijo de Faustino Fernández y Filomena Cocaño. La madre trabajaba en la fábrica de Laviada y el padre era marinero de bajura. El nombre elegido rendía homenaje a un tío, Avelino Cocaño, que llegó a jugar en el Sporting y falleció en la Guerra Civil. Pese a ir a la escuela del Pósito de Pescadores, con don Antonio de maestro, a los trece años trabajaba como pinche de los rederos de entonces (Pepe 'Pitín', Matías 'El Playu', Arcadio 'El Escaparitu'). Adiestrado ya en estas lides, fue al albareque en la lancha de su padre, 'La Brígida', y salió al chicharro y la sardina con Agustín 'Denguedengue'. Pero su fama como experto redero le llevó a trabajar con varios armadores, llegó a irse a La Coruña, donde permaneció tres años, y a su vuelta se enroló definitivamente con José Gutiérrez Mijares, Pepe Mijares, quien tras haber sido un eficaz delantero del Sporting (llegó a aspirar a la presidencia en 1977, pero al presentarse Vega Arango desistió) se volvió en el sector pesquero y convirtió al 'Viruta' en su hombre de confianza para el control de su flota, la compra de efectos y la venta de pescado. Con él permanecería activo hasta los 73 años, cuando decidió jubilarse.

Funeral, esta tarde

En sus últimos años, el 'Viruta' se había ido a vivir al Natahoyo, de donde era su mujer, Aurora Bericua. Ya viudo y sin hijos, se convirtió también en un personaje célebre de este barrio, donde vivía solo y su compañía era celebrada en el comercio y la hostelería. Allí iban a buscarlo sus sobrinos siempre que podían y lucía una salud envidiable hasta hace bien poco. Hace unos meses ingresó en una residencia de Los Campos, donde fallecía ayer por la tarde, a los 92 años. El adiós al último redero de Cimavilla se celebrará esta tarde, a las cuatro, en el tanatorio de Cabueñes.

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