Borrar
Así lo contó EL COMERCIO.
Cuando el agua alcanzó un metro de altura en Gijón
1946. Hace 75 años

Cuando el agua alcanzó un metro de altura en Gijón

El fuerte temporal produjo innumerables desperfectos en la ciudad

arantxa margolles

Lunes, 1 de marzo 2021, 01:37

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Los resultados fueron desastrosos. Hace ahora setenta y cinco años, un temporal anegó Gijón de la lluvia a la que, además, se acompañó un «fuerte viento del norte» de forma ininterrumpida a lo largo de todo un día. A El Musel entró «gran número de buques de arribada forzosa» ante la furia de la mar y hubo destrozos por toda la ciudad. La ería del Piles se inundó por completo, llegando el agua «hasta La Guía, El Molinón y carretera de Villaviciosa, Jai Alai, Rosales y todas aquellas inmediaciones, dificultándose notablemente el tránsito de carruajes y mucho más el de peatones, algunos de los cuales tuvieron que ser transportados en caballerías».

Y más. En Somió descarriló un tranvía, «quedando interrumpido el tráfico hasta las diez de la mañana», y en la Guía, frente al Molinón, «las aguas cubrieron por completo toda la carretera y fue tal el ímpetu de las mismas, que un paredón en construcción de una finca fue destruido, así como la riada entró con fuerza en una casa al lado de la finca llamada de Estrada, teniendo que ser auxiliados los vecinos, que se encontraban en difíciles circunstancias».

Hasta un metro de agua llegó a haber en la ciudad, en la que se formaron lagunas tan grandes como la que se extendió a lo largo de la Avenida de Oviedo «hasta cerca del edificio en construcción de la Escuela de Trabajo, por la Carretera Carbonera o avenida de Schultz hasta el cruce de tranvías y a lo largo de la calle del Comandante Caballero hasta cerca del Paseo de Begoña». Y la calle Palacio Valdés, el paseo de Alvargonzález y la calle de la Fundición, donde los vecinos tuvieron que clausurar sus casas con compuertas improvisadas. En El Llano el agua penetró en la fábrica 'La Electra', que proveía parte del suministro eléctrico de los tranvías, hasta la sala de máquinas; y se inundó el sótano del teatro Robledo, echando al traste el decorado de la compañía actuante al humedecerse el cartón con el que estaba hecho. Y más desperfectos que, al día siguiente, supervisaría Mario de la Torre, alcalde a la sazón. Un desastre -sin desgracias personales, eso sí- en toda regla.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios