«Queremos que den marcha atrás y se nos mantenga la exención del pago de la ORA»

Mónica Oviedo (Gijón, 8 de abril de 1966) presidenta en Asturias de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe) es muy crítica con la decisión del Ayuntamiento de Gijón de suprimir la exención del pago de la ORA para personas con discapacidad y movilidad reducida. La medida comenzará a aplicarse a partir del 1 de abril, pero ya advierte: «Seguiremos luchando para que den marcha atrás».

-¿La decisión del equipo de gobierno ha supuesto un jarro de agua fría?

-A día de hoy, las personas siguen poniéndose en contacto con nosotros para mostrar su sorpresa e indignación por este paso atrás.

-Gijón es la primera ciudad asturiana que no permitirá aparcar gratis en zona azul al colectivo...

-Eso es. Hoy por hoy no hay ningún ayuntamiento asturiano que no conceda ese beneficio. Estamos perplejos, no lo entendemos.

-¿Se les consultó previamente?

-Al formar parte del foro de la movilidad, en Cocemfe-Asturias dispusimos en su día del borrador de la ordenanza de movilidad. Ahí ya vimos la intención de eliminar la exención para los titulares de la tarjeta de estacionamiento para personas con movilidad reducida.

-¿Cuál fue su reacción?

-Nos opusimos desde el principio. Presentamos alegaciones, pero no se tuvieron en cuenta y la ordenanza entró en vigor.

-Desde abril, cuando se aplique la ordenanza, para aparcar en zona azul tendrán que haber adquirido la tarjeta de residente. Eso o pagar el tique.

-Sí, pero pagar los 45 euros de la tarjeta por poder aparcar en cualquier zona azul de Gijón no nos parece una medida de discriminación positiva, como dicen. Insisto, hemos perdido un beneficio que teníamos. Cualquier explicación que pongan sobre la mesa no nos va a convencer.

-¿Ha demostrado el Ayuntamiento falta de sensibilidad?

-Bueno, no da prioridad al colectivo en las decisiones que toma. Da argumentos como que hay personas que tienen dinero para pagar esos 45 euros. Claro que las hay. Pero cuando otorgas un beneficio es para un colectivo en general. Y no dejaba de ser una compensación por muchos otros perjuicios por nuestra situación, porque lo tenemos más difícil, porque en la ciudad aún existen muchas barreras. Y, porque además, tenemos muchos más gastos que una persona sin discapacidad y movilidad reducida: medicinas, tratamientos, dietas especiales, vehículos adaptados... Hay un rango de gastos que va desde 3.000 a 70.000 euros al año, dependiendo de la discapacidad y la dependencia de cada uno.

-¿Qué argumentos les dieron para justificar la eliminación de la exención del pago de la ORA?

-Uno era que había personas que solicitaban el certificado de discapacidad y movilidad reducida para aparcar gratis. Pero ¡si es complicadísimo conseguir la tarjeta teniendo discapacidad, como para ir a solicitarla alguien que no la tiene! Es absurdo y ofensivo. Con esta y otras explicaciones les eché abajo ese argumento.

-Pero les daban más, supongo.

-Sí, que la tarjeta se malutilizaba. Cosa que en ocasiones es verdad. Por eso siempre hemos pedido un mayor control y más exhaustivo de esas plazas. Que pongan multas, se lleve coches la grúa y quiten tarjetas. Esa es la forma de que se utilice bien la tarjeta, no quitándonos el beneficio de aparcar gratis en zona azul.

-¿Qué consecuencias prevé que pueda tener esta medida?

-Habrá gente con pocos recursos que no va a poder sacar la tarjeta de la ORA, que verá reducida su movilidad y que no saldrá de casa porque en las plazas reservadas es casi imposible aparcar.

-¿Cuántas hay?

-Seiscientas y pico. Lo que no sabemos, y es un dato que la alcaldesa quedó en consultar y trasladarnos, es el número exacto de tarjetas que hay en Gijón. Pero ya le digo que hay más.

-¿Una solución podría ser aumentar el número de plazas reservadas?

-Podría ser, pero lo que queremos es que el Ayuntamiento dé marcha atrás y este beneficio continúe.

-¿Cree que aún hay posibilidades de conseguirlo?

-No lo sé. Espero que después de la reunión que tuvimos el 25 de enero, en la que insistimos en nuestras posiciones, recapaciten. Los colectivos y asociaciones quieren hacer algo más, salir a la calle para que se sepa que no estamos de acuerdo. La gente tiene ganas de movilizarse para trasladar su malestar.

-Todavía quedan muchas barreras arquitectónicas, decía...

-Sí, aunque se está mejorando la accesibilidad tanto de los itinerarios peatonales como de los edificios públicos y privados.

-¿Qué le parecen los planes para el Muro?

-Bien en cuanto que se mantiene el tráfico rodado, pero nos preocupa que al eliminar los aparcamientos se supriman las plazas reservadas que hay en esa zona, próxima precisamente al centro de valoración de personas con discapacidad. Con la peatonalización y eliminación de plazas de movilidad reducida, cada vez tenemos más zonas de Gijón vedadas. En otras ciudades hemos conseguido que en las calles peatonalizadas o semipeatonalizadas se mantengan. Aquí en cambio lo que están haciendo es reubicarlas en lugares próximos, pero al final lo que hacen es que te van alejando de esas zonas. Esa es otra reivindicación histórica que no hemos conseguido.

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